Especulaciones sobre el mundo desde América Latina

134 tampoco sus constantes derrotas a manos de la violencia material y simbólica por parte de las élites propietarias cuando estas retoman el control del gobierno. Cuando esas crisis se producen, y es lo que estamos presenciando ahora, aflora con fuerza la narrativa y la práctica de la guerra, cuyo mayor despliegue material no hace más que demostrar la carencia de legitimidad de esas élites. La hipótesis de la filósofa feminista brasileña Djamila Ribeiro es generosa al res- pecto. La autora insiste en que el punto de partida de los análisis sobre política y sociedad deben arrancar no desde las experiencias individuales, sino desde las condiciones sociales, porque son estas las que permiten (o dificultan) que los su- jetos se transformen en ciudadanos. Se apela a esa cuestión estructural, porque es allí donde se dirimen las oportunidades individuales y colectivas. Estos sectores inconformes de la sociedad no sólo responden a demandas gregarias o coyuntu- rales, sino que propugnan transformaciones a nivel estatal en aras de una mayor inclusión. Así, Rojo nos recuerda que no debemos desestimar el potencial político de una “totalidad organizada” pero también situada y pensada en relación con cada uno de los territorios (2019), estimando la voluntad emancipadora de las po- blaciones diversas y disidentes entre ellas pero que, en su mancomunión, pueden encontrar un norte político. La aspiración cara de una universalidad cotidiana. El constitucionalismo latinoamericano de las últimas tres décadas, al que Chile ha ingresado recientemente, con la ventaja de ese recorrido a cuestas, ha sido un intento loable por construir esas totalidades organizadas en un sentido democrá- tico. Ello no asegura, como bien lo hemos visto, el fin de la conflictividad social, pues en tanto transgrede intereses sociales dominantes provoca la reacción de quienes ven cuestionados sus privilegios, pero constituye una oportunidad histó- rica para definir el colectivo de manera propia y democrática, una contranarrativa emancipadora y socialmente compartida que es fundamental en las luchas por el poder al interior de sociedades desiguales. Conclusión Las retóricas sobre la guerra, tan presentes actualmente en Colombia, Chile, Boli- via y una larga lista de etcéteras, no corresponden únicamente a los enfrentamien- tos armados entre un grupo u otro, entre un Estado u otro, sino también a las di- námicas permanentes en la disputa por el poder al interior de una sociedad, lo que incluye desde distancias epistemológicas hasta la marginación de amplios secto- res por medio de la violencia simbólica, reforzada por la violencia material que im- plica esa exclusión. Ejemplos como la “invención” de América y la instalación del

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