Especulaciones sobre el mundo desde América Latina

125 Dice Edward Said: (…) tanto en el contexto colonial como en el poscolonial la retórica de la especificidad cultural o civilizadora evolucionó en dos posibles direcciones: una de ellas una línea utópica que insistía en un modelo general de integración y armonía entre los pueblos, y la otra una línea que sugería que todas las civilizaciones eran tan específicas y envidiosas, tan monoteístas de hecho, como para rechazar y combatir contra todas las demás ( 2005, 541) . Para el crítico palestino, uno de los devaneos principales de la segunda mitad del siglo XX, fue la fuerza que adquirió la segunda dirección que señala en la cita re- ferida en los países recientemente independizados. Esto se expresó en discursos étnicos y prácticas que reproducían antiguas jerarquías, privilegiando a los des- cendientes de europeos aun cuando el lenguaje racista no fuese parte de la re- tórica estatal. Es decir, la sociedad y el nuevo Estado seguían erigidos sobre una estratificación racial heredada de su reciente estatuto colonial. Estas nuevas Naciones se vincularon de manera eminentemente económica, aun- que con el paso del tiempo se enfatizó la línea étnica para construir y justificar ciertas solidaridades políticas. Estas solidaridades se relacionan de algún modo con las filiaciones que le exige el centro a la periferia, las que pueden ser etnicistas (tradicionalmente blancas) o ideológicas (tradicionalmente liberales), algo larga- mente referido en tesis como la del “sistema-mundo” de Immanuel Wallerstein, donde el territorio centro-hegemónico sigue siendo el ombligo respecto de zonas extremas, imponiéndoles exigencias aun cuando el vínculo colonial directo ya no exista. De tal manera, la economía global que empieza a consolidarse tras la Se- gunda Guerra Mundial, con organismos internacionales y multilaterales que pro- mueven el “desarrollo eficiente”, fue a la vez una generadora de argumentos vale- deros para sostener el discurso de una paz relativa. Es así como los movimientos de liberación nacional, por ejemplo, tras la postguerra, implican para la metrópolis occidental (EEUU y Europa) un avance sólo si es para la instalación de regímenes demoliberales con economías altamente dependientes, cualquier otra alternativa debía ser asfixiada.

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