Orientaciones técnicas para desarrollar una práctica docente inclusiva en las disciplinas de las ciencias sociales

Asimismo, se adquirieron tiflotecnologías⁹ para textos en papel que no pudieran ser digitalizados al momento en que el/la estudiante lo necesitara. En concreto, se adquirió Orcam Jaws, OpenBook y scanners para digitalización de textos 10 . Además, se capacitó al personal de biblioteca en el uso de todas estas tecnologías. Por otra parte, JAWS y OpenBook fueron instalados en todos los computadores para uso de estudiantes al interior de la biblioteca. También se levantó un procedimiento para la solicitud de digitalización de material en biblioteca. Por otra parte, en 2018 se adquirió el servicio de TransVoz, que permite a estudiantes con hipoacusia poder tener una mejor experiencia de aprendizaje en aulas atravesadas por una cultura capacitista que privilegia lo auditivo (audismo). Asimismo, ese año se capacitó a las y los funcionarios/as académicos/as y no académicos/as y a estudiantes de la comunidad, en lengua de señas chilena (LSCh) para la atención a público. 7.3.2. Centro de recursos para el aprendizaje No obstante lo anterior, para avanzar en una docencia más inclusiva, no es suficiente con la obtención de tecnologías asistivas que permitan integrar al estudiante al espacio del aula o al proceso de estudio. Es necesario además que el/la docente logre realizar clases que minimicen las barreras para el aprendizaje y la participación de todos/as, y esto no es responsabilidad exclusiva del/de la docente, sino que de la comunidad educativa en su conjunto. En palabras de Booth & Ainscow, es necesario ‘orquestar el aprendizaje’ al interior de toda la comunidad educativa con el objetivo de que las prácticas educativas respondan a la diversidad del alumnado, viéndolo como aprendices activos, reflexivos y críticos y como una fuente de recursos entre ellos mismos para su propio aprendizaje. Asimismo, menciona la necesidad de trabajar colaborativamente, asumiendo la responsabilidad del aprendizaje (Booth & Ainscow, 2015, p.50). Esto significa que el/la docente requiere un soporte institucional importante y necesario para el desarrollo de una docencia inclusiva. Para lograr dicho objetivo, es preciso que el/la docente cuente con el apoyo y acompañamiento adecuado para poder modificar su docencia, pues este cambio implica un giro importante en cómo históricamente se ha desarrollado esta práctica. Desde este equipo se ha proyectado como primer paso, un diseño de trabajo que implica la creación de un centro de recursos para el aprendizaje, con un fuerte foco en la atención de la diversidad funcional, donde se entreguen las herramientas y materiales necesarios para que el/la docente pueda crear nuevas formas para hacer docencia. Además, se ha establecido la redefinición y articulación del rol de el/la ayudante para constituirse en un pilar importante en los procesos de innovación hacia una docencia inclusiva, ya que la labor académica en contextos universitarios implica una responsabilidad en áreas distintas a la docencia, donde esta última muchas veces queda subsumida a las demás, debido a menores incentivos institucionales para desarrollarla. Es en este escenario donde el/la ayudante aparece como un recurso valioso para comenzar a articular el rol del/de la docente con el objetivo institucional de avanzar en aulas más inclusivas.Como se planteó en este apartado, es necesario contar con estrategias múltiples que permitan avanzar, tomando como centro al/a la estudiante, y a través de trabajo articulado y colaborativo, hacia procesos inclusivos. 9 Nota: El término “tiflotecnologías” hace referencia a recursos y técnicas que permiten el aprovechamiento práctico de los conocimientos tecnológicos aplicados a personas ciegas o con poca visión. 10 Para la obtención de los recursos necesario que nos permitieran adquirir dichas tecnologías y levantar un proceso masivo de digitalización de textos, fue necesario postular a fondos externos. En concreto, se realizó una postulación a fondos del Servicio Nacional de la Discapaci- dad (SENADIS) para instituciones educativas. 29