Modelo de certificación universitaria en estándares de igualdad de género, sello genera igualdad.
modelo de certificación universitaria en estándares de igualdad de género, sello genera igualdad 165 anexo 2 . caja de herramientas formación, docencia y aprendizaje Pero no solo tiene que ver con los temas o contenidos que enseñan (que ha sido uno de los focos que tradicionalmente ha tenido), sino especialmente con la forma en que dichos contenidos se enseñan, cobrando especial importancia el enfoque pedagógico y didáctico que incorpora, muy en sintonía con los nuevos enfoques y paradigmas de enseñanza- aprendizaje. El enfoque pedagógico feminista es fundamental para considerar la formación en gé- nero como una estrategia transformadora. Para Maceira (2007), la pedagogía feminista ha sido definida como un manera específica de educar y su especificidad consiste en remirar “propuestas político-pedagógicas emancipadoras y desde una postura ética, filosófica y política denunciar su parcialidad y su androcentrismo, posicionándose crí- ticamente ante el poder y la dominación masculinos, y promoviendo la libertad y el fortalecimiento de las mujeres, para construir de manera colectiva una sociedad más libre y democrática”. Para ello, las pedagogías feministas en un sentido amplio se caracterizan por cuatro aspectos claves: el aprendizaje participativo, la validación de la experiencia personal, fomento de la justicia social, el activismo y la rendición de cuentas, y el desarrollo del pensamiento crítico (UN Women, 2017b). La sensibilización o concientización ha sido uno de los principales focos de la forma- ción o capacitación en género, no obstante, cabe destacar que esta es sólo una primera aproximación a ella. En particular, la sensibilización en género se utiliza para “crear conciencia, por medio de la reflexión, y abordar aspectos ocultos o naturalizados en las relaciones de poder entre las personas y grupos sociales”, como estrategia de aprendizaje se propone remover actitudes indiferentes a un problema social, propicia la acción y busca cuestionar prejuicios, reconocer las asimetrías y desigualdades para generar procesos de cambio tanto en el plano personal como institucional (INMUJE- RES, 2008). Por su parte, Fainstain y Picasso (2011), señalan que la sensibilización en género se orienta a “hacer visibles los distintos niveles de desigualdades que se deri- van de las asignaciones de poder históricamente diferenciales a varones y mujeres y sus consecuencias concretas para las personas que conforman esos colectivo” en tan- to la profundización de la sensibilización “procura desarrollar una conciencia crítica y estimular la movilización, propiciando la toma de decisiones con espíritu equitativo”. La sensibilización es clave para iniciar un proceso de reflexión y cuestionamiento en torno a las desigualdades de género, no obstante, por si solo es insuficiente para gene- rar cambios transformadores dentro de las organizaciones y la sociedad. Por ello, se ha comenzado a reconocer diversos tipos de formación para la igualdad de género, que avanzan más allá de la sensibilización. Por ejemplo, ONU Mujeres ha desarrollado una clasificación que involucra cinco niveles de progresión, que se ini- cian con la sensibilización, pero que continúan con la profundización o mejora del conocimiento, prosiguen con el desarrollo de habilidades y competencias específi- cas, y avanzan hacia el cambio de actitudes, comportamientos y prácticas hasta la movilización para la transformación social, tal como se presenta en el diagrama 1 a continuación.
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