A 50 años del inicio de la fonoaudiología en Chile: experiencias y desafíos actuales en salud pública

254 prestaciones, agendamientos y/o solicitudes como funcionario y, además estudiar y desempeñarse bajo orientaciones técnicas de funcionamiento de un modelo de gestión. Al respecto, es importante señalar que, puesto que el CSMC descrito es nuevo y con pocos años de funcionamiento, el trabajo administrativo e institucional representó tanto un aprendizaje cotidiano para el ejercicio profesional fonoaudiológico, como para todo el equipo que lo conforma. En relación con las principales barreras, una de las más relevantes es el desconocimiento de otros funcionarios (clínicos y no clínicos), así como también de los usuarios y sus familias respecto de qué es la fonoaudiológica y sus campos de acción en la salud de las personas. Si bien esto puede generar en ocasiones cierto grado de malestar y/o frustración, constituye al mismo tiempo una oportunidad para, mediante el ejercicio profesional, desarrollar reuniones clínicas y actividades comunitarias que permitan visibilizar y relevar los aportes que puede hacer un profesional de la disciplina fonoaudiológica. A lo anterior se suma una visión reducida solo a intervenciones en el área infantoadolescente, con diagnósticos específicos como el TEA, mientras que para la población adulta existe un alto desconocimiento de las dificultades en áreas sociocomunicativas, de alimentación e incluso vestibulares en las cuales las intervenciones fonoaudiológicas pueden ser de beneficio para los usuarios y familias que las presentan. A partir de esto, surge la inquietud personal por aprender acerca de temáticas vinculadas con la fonoaudiología como es el caso de comunicación positiva, habilidades sociales en adolescentes y adultos, cognición y emocionalidad en torno a la alimentación, trastornos de habla de origen psicogénicos y no orgánicos, por mencionar algunas. Tras las experiencias vividas durante tres años de ejercicio profesional, entre los principales aprendizajes por rescatar se cuentan el trabajo en equipo (multidisciplinario) dentro de un CSMC, así como la articulación y organización estamental con otros profesionales fonoaudiólogos que se desempeñan en el área. El abordaje multidisciplinario permite que la intervención fonoaudiológica tenga sentido en el contexto de un plan de cuidados integrales del usuario y familia que resulte en el máximo beneficio para ellos. A su vez, el trabajo con otras y otros colegas ha contribuido, entre otros aspectos, a fijar estándares mínimos de ejercicio profesional en cuanto el proceso de evaluación de los usuarios, selección de modelos y enfoques de intervención que hacen sentido en el contexto de salud

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