A 50 años del inicio de la fonoaudiología en Chile: experiencias y desafíos actuales en salud pública

178 (hemodinámicamente estable), paciente en RASS -2 a -1, paciente con patología de base resuelta o en vías de resolución, sin fiebre, PA/FIO2: sobre 200, volumen minuto: 10 L/MIN, IOX: 5, FR: < a 30, PAM: entre 65 a 100 y FIO2: < 50%. Este procedimiento debe ser realizado por el equipo y cuenta con una pauta de observación y evaluación clínica que determina la funcionalidad y el riesgo de reintubación de los pacientes por mal manejo de secreciones. La evaluación puede ser ejecutada cada vez que sea necesario, o bien, cuando el médico así lo indique. Lo que se busca es anticipar la conducta del usuario posextubación, para así organizar los esfuerzos de cuidado una vez realizada la extubación del paciente. Si esta evaluación clínica es satisfactoria, además de la prueba de fuga y el índice de Tobin, se procede a la extubación inmediata, con la probabilidad de que esta es segura. Por el contrario, si el resultado de la observación clínica no es satisfactorio y surgen riesgos muy altos de mal manejo de secreciones y de mecanismos protectores de vía aérea disfuncionales, se informa al médico y al equipo, para así tomar las precauciones adecuadas y el equipo de rehabilitación organice y anticipe los cuidados debido al riesgo posible. De acuerdo con el rendimiento del usuario se decidirá si es oportuno o no la realización de una TQT. El protocolo de evaluación de mecanismos protectores de la vía aérea involucra la observación del control motor oral, control deglutorio, espontáneo, a estimulación y voluntario, evaluación de excursión laríngea, aclaramiento faríngeo, permeabilidad vía aérea superior, y tos, entre otros. → ї Entrenamiento precoz de pacientes con TQT. En aquellos pacientes traqueostomizados en la UPC, la rehabilitación temprana se inicia a través de un trabajo coordinado por parte de los profesiones de fonoaudiología y kinesiología. Se busca así potenciar el manejo de la deglución, la tos y permeabilidad de la vía aérea, de tal manera que el paciente pueda optar por una decanulación segura y oportuna (Skoretz et al., 2020). En este caso, el trabajo en equipo se enfoca en desarrollar en el paciente la fuerza muscular respiratoria, un adecuado manejo de secreciones, entrenamiento de la tos en todas sus fases, uso de aire subglótico y la posibilidad temprana de deflación de cuff y uso de válvula de fonación. Cada una de estas acciones terapéuticas se coordina en equipo y se programa de forma diaria en la entrega de turno, para encontrar el momento adecuado para su realización. Todo esto se realiza de acuerdo con lo estipulado en el protocolo interno de manejo e intervención del paciente con TQT hospitalizado.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=