A 50 años del inicio de la fonoaudiología en Chile: experiencias y desafíos actuales en salud pública

17 Posteriormente, Ariela González y Ana Karina Salazar relatan su experiencia en la creación y gestión de un equipo de fonoaudiología en el Complejo Hospitalario San José. Aquí son elementos sustanciales el conocimiento acerca de la estructura del sistema de salud y su funcionamiento como red integrada, así como también la gestión de equipos de trabajo, ya que su carencia limita la participación de la disciplina fonoaudiológica en instituciones de la red asistencial. Las autoras advierten de la importancia de adoptar una noción de la práctica disciplinar como parte de una red de cuidados intra y extrahospitalarios, así como también invitan a reflexionar desde una lógica de pensamiento contraria a la especialización, lo cual favorece la exploración de nuevas formas de contribución a la red asistencial. El libro avanza con el capítulo de María José Bravo , quien describe el proceso de gestión e incorporación de la evaluación instrumental de la deglución por videofluoroscopía a las prestaciones que ofrece el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda. En este caso, la autora se posiciona en un marco de atención centrada en la persona como sujeto de derechos, invitando a comprender la relevancia de valorar los aspectos de la deglución para optimizar la toma de decisiones terapéuticas, las que tienen como fin favorecer la participación social de personas en situación de discapacidad. El capítulo muestra los resultados de un proceso de diagnóstico de necesidades referidas a la accesibilidad, asequibilidad, disponibilidad y calidad, así como de aspectos estrictamente clínicos. De igual modo, presenta la puesta en marcha de un plan de implementación en sus dimensiones clínicas y administrativas, que incluye la gestión de un equipo interdisciplinar, la programación de horas y la definición de protocolos de atención, así como los desafíos durante sus primeros años de ejecución. Finalmente, Consuelo Sepúlveda sistematiza su experiencia como fonoaudióloga encargada del Programa de participación social en un Centro de Salud Familiar de la Región Metropolitana. En el capítulo, la autora da cuenta de dos grandes desafíos que enfrenta la fonoaudiología: su desempeño en funciones de gestión y su participación en la atención primaria de salud. De estamanera, la autora invita a conocer los distintos tipos de estrategias existentes en el nivel primario de atención y comparte algunas de las formas en que hizo interactuar los conocimientos propios de la fonoaudiología con dichas estrategias. El capítulo concluye con reflexiones respecto de la importancia de la formación en salud pública, salud comunitaria y gestión en salud, dado que este contexto de atención requiere de la participación en el territorio, el reconocimiento de sus características y de las necesidades de sus habitantes, así como el manejo de elementos de la gestión local tales como las metas que debe cumplir el establecimiento.

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