A 50 años del inicio de la fonoaudiología en Chile: experiencias y desafíos actuales en salud pública

153 MARCO TEÓRICO El manejo de los pacientes grandes quemados 2 requiere de un abordaje integral y multidisciplinario. Si bien durante la última década los avances de la medicina han contribuido en forma significativa a la disminución de la mortalidad en este grupo (Departamento de Estadísticas e Información en Salud [DEIS], Ministerio de Salud [MINSAL], 2018), el nuevo escenario releva la importancia de asumir la discapacidad y hacernos cargo de una rehabilitación precoz, integral y multiprofesional que comience desde la etapa aguda. Las quemaduras pueden ocasionar alteraciones locales y sistémicas, siendo estas últimas las más complejas pues pueden producir falla orgánica múltiple, ocasionando así la muerte del individuo. Una de las mayores complicaciones asociadas con una quemadura es la injuria inhalatoria, que corresponde a la inhalación de partículas calientes y/o gases tóxicos que causan daño en las vías respiratorias (Usenko, 2014). Son principalmente el resultado de quemaduras termales (incendios, explosiones u otros desastres relacionados), su diagnóstico es fundamentalmente clínico y, por lo general, requieren de un manejo avanzado de la vía aérea (Usenko, 2014). Considerando la gran capacidad de la vía aérea superior (VAS) para disipar el calor, habitualmente la región supraglótica es la que se ve más comprometida. Esta zona es la primera en entrar en contacto directo con los gases calientes que producirán la injuria. En cuanto al compromiso de la VAS, este se caracteriza por un edema importante de la lengua, epiglotis y pliegues aritenoepiglóticos; se desarrolla en el curso de unas horas, ocasionando obstrucción del flujo aéreo (Pedreros et al., 2007). Normalmente estos pacientes requieren soporte ventilatorio lo cual, sumado a las secuelas producto de la injuria inhalatoria, se transforma en un factor importante de considerar al momento de la intervención fonoaudiológica. La estadía hospitalaria de los pacientes grandes quemados habitualmente es prolongada e involucra procedimientos invasivos y no invasivos, además de múltiples tratamientos quirúrgicos. Adicionalmente, por la pérdida de la barrera cutánea los pacientes se encuentran muy susceptibles a infecciones oportunistas (es decir, infecciones asociadas a la atención en salud o IAAS), por lo cual es fundamental extremar medidas de precaución al momento de trabajar con ellos. Otro punto muy importante para tener en consideración es que estas personas se encuentran en un estado de hipercatabolismo 3 por lo cual la nutrición e hidratación cobra vital relevancia para lograr una adecuada integridad fisiológica que promueva una óptima cicatrización. 2 En términos generales, corresponden a aquellas personas que han sufrido quemaduras por sobre un 20% de la superficie corporal. Sin embargo, existen otros factores vinculados con el índice de gravedad, localización (zonas comprometidas) y/o condiciones especiales, tal como lo detalla la guía clínica GES del Gran Quemado. Para mayor comprensión se sugiere revisar este documento (MINSAL, 2016). 3 Estado metabólico que implica un elevado gasto energético y proteico, frecuentemente observable en pacientes críticos.

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