A 50 años del inicio de la fonoaudiología en Chile: experiencias y desafíos actuales en salud pública
142 atención especializada, siguiendo al paciente desde la fase de diagnóstico, antes, durante y después del tratamiento clínico o quirúrgico. Este abordaje previo al tratamientomédico se ha demostrado que es el escenario ideal, y se está trabajando para que la evolución de la rehabilitación de usuarios con cáncer apunte hacia modelos de cuidado continuo, que son los que han permitido la incorporación del quehacer fonoaudiológico en todas las fases de tratamiento, favoreciendo con ello el desarrollo de la prehabilitación fonoaudiológica (Loewen et al., 2021). Sin embargo, este abordaje todavía se encuentra limitado a ciertos centros integrales que reconocen la relevancia del seguimiento especializado, por lo que se hace necesario incorporar la labor fonoaudiológica como prestación de salud más amplia, de modo que permita el acceso a todo paciente que vea afectadas sus funciones del ámbito fonoaudiológico como consecuencia de una patología oncológica desde su inicio. A continuación, se describe el abordaje que generalmente realiza el fonoaudiólogo oncológico en cáncer de cabeza y cuello en algunas de las intervenciones específicas con esta población de pacientes. Como primer aspecto por destacar es que, tal como describen las guías clínicas internacionales, todos los pacientes concáncerde cabezay cuellodebensometerse a una evaluación de habla y deglución previamente al tratamiento médico. En este caso, el profesional fonoaudiólogo debe llevar a cabo evaluaciones como línea de base y realizar intervenciones con el fin de mantener las funciones antes del tratamiento. Las evaluaciones de voz, habla y deglución deben llevarse a cabo en todas las fases del proceso (Clarke et al., 2016). Debido a que las funciones involucran la zona de cabeza y cuello, la evaluación clínica incluye: examen motor-oral (cierre de labios, rango de movimiento), articulación, control y fuerza de la lengua; evaluación de la deglución orofaríngea (tiempo, eficiencia, aspiración, movimiento de la lengua y la laringe) y evaluación perceptiva de la calidad de la voz. Se puede requerir también una evaluación con apoyo instrumental como nasoendoscopía de la deglución (fiberoptic endoscopic evaluation of swallowing, FEES) o videofluoroscopia (Clarke et al., 2016). Sumado a lo anterior, es de gran relevancia que el profesional fonoaudiólogo especializado en el trabajo con esta población esté atento a los efectos secundarios que pudiera tener la quimioterapia a nivel cognitivo, dado que esta impacta directamente en la comunicación del paciente —el llamado cerebro de quimioterapia (en inglés chemofog o chemobrain ) (Horowitz et al., 2018)—, de
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