A 50 años del inicio de la fonoaudiología en Chile: experiencias y desafíos actuales en salud pública
109 a una persona (COLMED, 2021; PAOH et al., 2014; Singh y Dickey, 2017). Lo anterior se puede ver representado en el uso de las palabras personas trans versus los transgéneros o personas no binarias versus los no binarios . La medicalización y patologización de la comunidad trans y/o no binaria El concepto de medicalización se entiende como aquel proceso en el que diversos fenómenos se traducen a términos biomédicos y, por lo tanto, se definen, caracterizan y comprenden desde dicha perspectiva. Dentro de estos fenómenos se pueden incluir las experiencias y construcciones sociales que no están relacionadas directamente con la salud, como es el caso de la experiencia sexo- genérica (COLMED, 2021; Eckhert, 2016). Lamedicalización, al utilizar el lenguaje de la biología para describir las experiencias de las personas, ha permitido que “lo natural” interactúe con “lo moral” y, por lo tanto, ha influido fuertemente en cómo la sociedad percibe qué conductas son normales y cuáles no, eliminando el contexto histórico y biográfico de dichas experiencias, y generando un desapego afectivo de las personas —y especialmente de profesionales de la salud— respecto del fenómeno en cuestión (Eckhert, 2016). En este sentido, la medicalización hacia la diversidad sexo-genérica, caracterizada por una visión históricamente hegemónica y cis-heteronormada, ha creado realidades en torno a la experiencia de género trans y/o no binaria que han promovido su patologización por ser concebida como una enfermedad mental y como una conducta antinatural o moralmente reprochable (COLMED, 2021; Eckhert, 2016; PAOH et al., 2014; Winter et al., 2009). Desde esta perspectiva, las clasificaciones diagnósticas internacionales, como el CIE (Clasificación Internacional de Enfermedades) y el DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), en sus diferentes versiones, han incorporado las personas trans y/o no binarias bajo el concepto de desviaciones o aberraciones sexuales asociadas a trastornos mentales, e históricamente bajo el rótulo de transexualismo. Lo anterior se ha mantenido hasta las versiones DSM-IV —vigente desde el año 1994 hasta el 2013— y CIE-10 —vigente desde el año 1992 hasta el 2018—, perpetuando en el tiempo las barreras legales, sanitarias y sociales que continúan limitado la libertad y dignidad de p T/NB (Castro-Peraza et al., 2019; Fernández-Rodríguez y García- Vega, 2012; Kara, 2017; PAOH et al., 2014). Gracias a los diferentes movimientos sociales a nivel internacional, se ha hecho cada vez más presente la necesidad de
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