Investigación emergente: desafíos educativos presentes y futuros
67 INVESTIGACIÓN EMERGENTE. DESAFÍOS EDUCATIVOS PRESENTES Y FUTUROS de residencia de los/as egresados/as, las localidades menos favorecidas (decil 1) registra- ron las frecuencias m s altas en plantear demandas “socialmente productivas”, llegando a un 85,45% frente al promedio general de 58,90%. Una primera lectura sugiere que estas demandas aparecen m s presentes en comunidades m s vulnerables quiz justamente porque sus nece- sidades son m s apremiantes y evidentes. Conclusiones Bastante documentadas, bien o mal, est n las demandas “objetivas” de los sectores producti- vos, del mercado laboral, de las brechas a resolver ante la innovaci n proyectada, también de los est ndares provistos por los organismos internacionales. Poco se sabe, sin embargo, de las “demandas subjetivas” de quienes estudian, de sus motivaciones y expectativas, de los puntos de vista que construyen sobre la educaci n en la que participan. Por las características de la fuente, los casos analizados tienen en com n el aspirar a continuar estudiando en la educaci n técnica superior, contando ya con un título de este nivel. En las respuestas escritas que plantean en su aplicación a una beca, los/as egresados/as reflejan motivaciones y expectativas, los contornos de sus representaciones e imaginarios y constitu- yen una expresi n subjetiva de sus demandas. Las respuestas planteadas vinculan la tempora- lidad presente (de la motivaci n) con la dimensi n futura (de las expectativas) en el orden m s amplio de las decisiones, aspiraciones y proyectos que se formulan en materia de educaci n y trabajo. Los/as egresados/as expresan deseos y justifican decisiones, argumentan opiniones, describen trayectorias e imaginan futuros posibles. En las escrituras figuran tres tipos de texto principales: narrativos autobiográficos, descriptivos sobre sus contextos (educativo, laboral, so - cial) y argumentativos sobre sus méritos personales. Una transformaci n contempor nea, ampliamente documentada a nivel internacional, es la extensi n del proceso educativo a lo largo de la vida, extensi n que cuestiona la pertinencia de referirse a las tradicionales etapas de formaci n. En el an lisis de la fuente se pudo obser- var una demanda por educaci n que result transversal a todos los tramos etarios, donde la motivaci n por estudiar sigue siendo alta a n entre personas que ya tienen titulaci n superior técnica y amplia experiencia laboral. Esto se refleja tanto en la demanda de perfeccionamiento como en la de las propias carreras, donde muchos “ingresan a estudiar la carrera técnica en funci n de su actividad laboral actual, y no al revés, como sugiere un modelo de transici n li- neal” (Sep lveda y Ugalde, 2010, p.94). Aunque hay matices de heterogeneidad entre las distintas reas disciplinarias, son comunes las demandas por nuevos conocimientos y herramientas, en un sentido que vincula educaci n y trabajo, junto con una fuerte relaci n de identidad con el mbito de la educaci n técnica. La mayor parte de los/as egresados/as espera concretar sus aprendizajes en un mejor desempe- o de sus actividades actuales o en nuevas oportunidades, siendo central en todos los casos el esfuerzo personal, descrito a través de experiencias concretas de vida y también como una ética que se concibe como fundamental. Son muchos los casos que enfatizan la vocaci n que sienten por su actividad: “Desde peque o ya sentía atracci n por la electricidad, incluso antes de ingresar a ense anza media realizaba mis propios proyectos y experimentos como hobbies, lo que luego se convirti en estudios y mi trabajo de todos los días” (hombre, 20/24, TNS, rea mec nica, Regi n Metropolitana con IDSE decil 4). Enfrentándose con frecuencia a la dificultad y precariedad, estos/as egresados/as padecen condicionantes sociales que no se remiten exclusivamente a los filtros de ingreso a la educa - ci n superior, como de manera triste y elocuente lo se ala este testimonio: “...desde que me
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=