Investigación emergente: desafíos educativos presentes y futuros
158 INVESTIGACIÓN EMERGENTE. DESAFÍOS EDUCATIVOS PRESENTES Y FUTUROS ▪ Reconocimiento: esta forma de asumiryhacerse cargo de la diversidad cultural y lingüística considera que “la cultura es un elemento constitutivo de la identidad de los individuos y, por tanto, debe ser respetado” (ProyectoAtl ntida, 2003, p.8). En este reconocimiento debe conjugarse el respeto por la otra cultura y la promoci n de los derechos fundamentales universales. Esta forma de abordar la diversidad cultural est en sintonía con la noci n de interculturalidad, pues se promueve no solo una aceptaci n sino una valoraci n de la multiculturalidad, el di logo entre culturas, y el reconocimiento de diferencias y también de semejanzas (Proyecto Atlántida, 2003; Sáez, 2005; Langón, 2006; Sagastizabal, 2006; Barandica, 2007; Villodre y del Mar, 2012; Barabas, 2014). Reconocer la diversidad lingüística implica no solo permitir que los/as estudiantes se expresen en su propia lengua, sino valorar y utilizar activamente esos recursos como medio para el aprendizaje (Espinosa et al., 2020; Zavala, 2015). Multi-, Pluri-, Inter-: Delimitando Conceptos en torno a la Diversidad Cultural Al hablar de diversidad cultural, es com n asociar conceptos como multiculturalidad, pluricul- turalidad o interculturalidad, muchas veces asumiéndolos como sin nimos. Sin embargo, es importante precisar estos conceptos, sobre todo en el mbito educativo, porque este conoci- miento “contribuir a asegurar un correcto tratamiento de las situaciones sociales actuales que inciden en la vida educativa, por parte del docente” (Villodre y del Mar, 2012, p.68). La revisi n de la postura de distintos/as autores/as para definir estos conceptos deja claro que no hay consenso y, en general, cada autor/a se ala la distinci n entre estos desde distintas perspecti- vas que dan cuenta de formas de ver los fen menos asociados a la diversidad cultural. Multiculturalidad, un concepto que suele pensarse como sin nimo de diversidad cultural, se vincula con la idea de un espacio compartido, una sociedad, un territorio, un estado naci n, en el que coexisten distintas culturas (Sáez, 2005; Villodre y del Mar, 2012; Barabas, 2014; Beniscelli et al., 2019). Las divergencias entre las distintas posturas radican en c mo se piensa la interac- ción en esta situación de coexistencia de diversidad cultural. Así, hay definiciones en las que se asume que siempre existir intercambio de culturas en los espacios donde haya culturas distintas, entendiendo que la cultura puede ser comprendida de muchas formas y, con eso, la diversidad cultural también puede materializarse en muchas situaciones diferentes: religiosas, étnicas, nacionales, de género, por mencionar algunas (Sáez, 2005); en tanto, otras definiciones se contraponen, distinguiendo la multiculturalidad por la idea de “coexistencia”, un mero “estar juntos”, en contraposici n con la “convivencia” que sí implicaría intercambio y enriquecimiento entre sus participantes y daría paso a una situaci n que supera lo multicultural (Villodre y del Mar, 2012). Desde el contexto latinoamericano, es posible encontrar definiciones del concepto que se enfocan en describir una situaci n de presencia de diversidad cultural en los estados nacionales (Barabas, 2014; Beniscelli et al., 2019), con énfasis en la necesidad de distinción entre quiénes componen esa diversidad cultural. De esta forma, la multiculturalidad, en Latinoaméri- ca, debería reservarse para hablar de aquella diversidad cultural derivada de la inmigraci n en los estados nacionales latinoamericanos, puesto que “los inmigrantes, al igual que otros grupos culturalmente diversos pero surgidos dentro de las din micas de conformaci n nacionales, no tienen historicidad ni territorialidad previas a la conformaci n de los estados nacionales” (Ba- rabas, 2014, p.2), algo que sí tienen los pueblos originarios, quienes “fundan sus derechos en la ascendencia hist rica y los vínculos territoriales milenarios” (Barabas, 2014, p.2). Pluriculturalidad es un concepto que podría entenderse como un símil de multiculturalidad, sin embargo, no lo es, a pesar de lo parecidos que puedan verse sus prefijos pluri- y multi-. Aunque ambos remiten a la idea de culturas en plural, cierta cantidad de culturas, muchas culturas, diferentes culturas (Villodre & del Mar, 2012), los conceptos que derivan a partir de tales prefijos tampoco tienen una definición precisa y consensuada entre los teóricos. No obs -
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