Dossier 2º Congreso Nacional de Psicología Comunitaria
de Evaluación Ambiental que mitiga, compensa y repara. Pero no impide. En Chile solo se pueden impedir proyectos que están prohibidos por ley. O sea, si yo quiero hacer desalinización y no hay una norma que me lo prohíba, se evalúa caso a caso y cuando no se evalúa caso a caso, se inventa la norma. Y cuando no se logra el acuerdo aparece la Corte Suprema que, por fuera de la evaluación ambiental, por fuera de lo que hacen los ministros, a proponernos que los privados nos pongamos de acuerdo. No es primera vez que pasa y no es la primera vez que pasa con el Juez Muñoz. No es el héroe del que todo el mundo habla. Ocurre también, entonces, un impacto doble porque si el conflicto, que es esencialmente político, es vivido como un conflicto de poder, es vivido como un conflicto entre privados y las situaciones son extremadamente asimétricas. Entre las tendencias globales y el arraigo, la identidad y la capacidad comunitaria a nivel local, cuando las instituciones encargadas de tramitar el conflicto no lo perciben de esa manera, generan doble impacto. Hay una especie de doble victimización en este proceso. Quintero como un ejemplo. La normalidad es una emergencia. Y esto no solo pasa con el aire, también pasa con el agua. Piensen ustedes que la norma de camiones aljibe, la debería gestionar la ONEMI, si es una emergencia y sin embargo se ha vuelto recurrente, es una materia de tramitación habitual por parte de la institucionalidad. Hemos ido normalizando la emergencia y al normalizar la emergencia, es como decir “sí, el machismo es así, a usted la van a violar”. Es lo mismo. Pero en materia ambiental tenemos menos codificado, menos deconstruida esa normativa. La gente que vive ahí sufre todo, recuerden que una de las gestiones para que los niños volvieran a clases fue pedirles a los profesores que ellos contuvieran a los hijos. Un mes después, cuando los profesores toman a los chiquititos para llevarlos a clases,los peak de crisis de pánico estuvieron en los propios profesores. Es decir, cuando normalizamos este asunto y tiramos a la batalla a toda la gente que estaba metida en esto, generalmente los reventamos. Tenemos una vulnerabilidad previa en materia ambiental, y cuando abordamos conflictos: la comunidad está empobrecida, de lo contrario no le habrían hecho un basural, no habrían ido a tirar basura, hay, en general, un déficit de infraestructura y un medio ambiente deteriorado. Pero se le agrega, producto de la forma en la que tratamos el conflicto ambiental, una vulnerabilidad adicional: hay una privatización del conflicto; hay brechas de acceso, los estudios de evaluación ambiental son interminables; hay legislación insuficiente, hay normas para todas las cosas que queremos hacer, ni ganas de hacerlas en el caso de las normas de contaminación de aire por CODELCO; presión y represión en grado variable, no sólo de las instituciones policiales o los servicios de inteligencia, como están empezando a aparecer ahora, o bien directamente, a través de la violencia, como la están ejerciendo ahora los dueños del agua en Petorca y Cabildo contra las defensoras del agua, sino que además hay directamente una represión interna dentro de los movimientos sociales. Chile tiene el 82% de los glaciares de América Latina, pero particularmente son relevantes para Chile, porque esos glaciares están en las nacientes de las cuencas. No todos los glaciares son blancos, quienes han subido montaña saben que el glaciar puede estar cubierto por roca que es una especie de filtro UV por lo tanto, no funciona la misma dinámica de deshielo solar, pero un 87
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