Dossier 2º Congreso Nacional de Psicología Comunitaria
Las feministas, en su diálogo con los movimientos socioambientales, articulan el contenido de la lucha socioambiental con lo que es la opresión patriarcal. Es ahí entonces que el ecofeminismo se conoce como una corriente de pensamiento y acción política que surge del diálogo entre el feminismo y el ecologismo, no se desarticula. Tanto en la producción de saberes como en la acción política, es una acción articulada y se nutre del pensamiento de las teorías ecologistas y del feminismo en general. Pero lo situamos desde ahí como tal, como concepto. Ecofeminismo o más bien, ecofeminismos hay muchos. Sin embargo las ideas transversales a todos ellos es que presentan una fuerte crítica a la opresión compartida de la naturaleza, las naturalezas y las mujeres. Esa es la crítica fundamental. Por tanto, la solvencia de esta tensión, sería considerando una contraposición, una lucha frente a las propuestas del capitalismo y por supuesto el patriarcado. Ahí configuran una imbricación que es bastante clara, que explicaría la opresión de las mujeres y por supuesto las naturalezas en una lógica supeditada o al servicio de una racionalidad moderna, descontrolada. Pero no a cualquier racionalidad moderna, sino que la crítica del ecofeminismo también en esto es clara, a una racionalidad moderna instrumental, mecanicista, androcéntrica, que ha configurado también el conocimiento. Ahí hay una potente crítica que aporta mucho a la epistemología feminista, sobre la forma en que se configura el pensamiento científico y cómo se llega a instrumentalizarlo. Existe un fuerte compromiso con la transformación social. La asunción de la ética del cuidado feminista en esto, es importante plantearlo así ya que no es la ética del cuidado femenino o reactiva la que incorpora el ecofeminismo, sino la ética del cuidado feminista. Es decir, posible de ser ejercida por todo ser que habita la Tierra y que tenga conciencia de la interdependencia. Reconoce la vulnerabilidad de los cuerpos y ecosistemas. En esto, el ecofeminismo en todas sus vertientes es bastante enfático. Dentro de las primeras propuestas del feminismo -y podríamos situar este concepto de los feminismos postcoloniales del sub sur- están los aportes de Vandana Shiva, quien plantea que el desarrollo es una propuesta, un concepto y un proceso, determinado por la organización. Contrario a la idea del desarrollo como un proceso de exterminio, ecocida, por ende a esto último se le denomina “mal desarrollo”. Ella habla de mal desarrollo, un concepto bastante significativo dentro de lo que son las propuestas del ecofeminismo. Algunas corrientes dentro del ecofeminismo que se podrían mencionar: el ecofeminismo radical por ejemplo, que está cercano a los feminismos culturales donde se valora el maternaje o, más bien, el potencial de cuidado de las mujeres por su capacidad de gestación. El ecofeminismo interseccional, que es uno de los recientes dentro de las propuestas ecofeministas, donde hoy día también hay una consideración importante a la opresión de otros seres no humanos y también una valoración dentro de lo que es la naturaleza, las entidades materiales de su agenciamiento. Hoy día, el ecofeminismo interseccional considera, desde de una propuesta basada en eliminar todo tipo de opresiones y cómo esto se articula, una concepción que va también orientada a valorar el anti-especismo. El ecofeminismo materialista, constructivista, que más bien describe que el vínculo entre mujeres y la naturaleza y la valoración de esa visión patriarcal y capitalista, se debe de alguna forma al expolio de la fuerza de trabajo en las mujeres y el potencial vital de la 71
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