Dossier 2º Congreso Nacional de Psicología Comunitaria

etc. Y creo que en estas investigaciones que nos presentan se hace completamente patente esto que a veces, puede estar ahí como trasfondo, pero que impacta directamente la generación de los vínculos con esa comunidad. La necesidad de responder a las demandas y necesidades contingentes, urgentes, materiales, concretas, que emergen en este contexto de pandemia, donde se recrudecen dinámicas que conocemos, pero que aparecen con una fuerza muy grande, desde el hecho de la violencia de género, por ejemplo o la sobrecarga de los cuidados hacia las mujeres. Y que el equipo de investigación no solamente lo investiga y reflexiona, sino que en el fondo convive con estas distintas problemáticas. También aparece con mucha fuerza el hecho de cómo ciertos procesos psicosociales pueden jugar a favor o en contra del fortalecimiento de esa misma comunidad; cómo el sentido de pertenencia, cómo el capital social, cómo el rol de los líderes o lideresas, también, en algunos momentos puede apoyar o también puede un obstáculo, si se convierte por ejemplo, en un poder que está concentrado en cierto tipo de personas, en cierto tipo de líderes, en ciertos varones o en mujeres adultas mayores, pero que se desaparecen de escena niñes, jóvenes u organizaciones que tengan otros intereses. Y, sin embargo, la comunidad sigue siendo una fuente de sentido, una fuente de apoyo, una necesidad humana también, en estos tiempos que hemos vivido y que en momentos de urgencia, activa todos esos recursos, para construir cuidados comunitarios y, también, para hacer las demandas necesarias, institucionales, a los actores que están involucrados. En ese sentido, trabajar en este contexto de pandemia, nos visibiliza todo esto que a veces, teorizamos, conceptualizamos, de una manera mucho más profunda. Y también conlleva aprendizajes para el equipo en términos de funcionamiento interno y también de cómo construir lazos y cómo proyectar el trabajo comunitario ahora que también tenemos estas nuevas herramientas. Pero que a la vez, nos muestra las desigualdades con respecto, por ejemplo, a las brechas digitales, al uso de las tecnologías, que finalmente nos pone desafíos en términos de la inclusión y un trabajo más participativo. Entonces, creo que siguen abiertos muchos desafíos en el trabajo comunitario y creo que ahí tenemos algunas pistas también, para ir discutiendo, no solamente que es la institucionalidad la que se tiene que hacer cargo de esto, sino también, qué nos corresponde a nosotros. Qué desafíos nos impone a nosotros que trabajamos desde la psicología comunitaria. JAIME ALFARO: Muchas gracias. María Antonieta, adelante. MARÍA ANTONIETA CAMPOS : Buenas tardes a todos. De las dos mesas en las que yo participé, de un total de cinco presentaciones, cuatro de ellas estaban centradas en temas de violencia política y violencia patriarcal. Una mesa en particular, la última, estaba atravesada por las presentaciones de ese tema. Y en la primera mesa, estuvo también la presentación del trabajo de un libro que está recientemente publicando la Universidad Católica de Valparaíso: “Rutas para pensar lo comunitario, saberes, prácticas y reflexiones”. Ahí enlazo con lo que recién comentaba Rodrigo Rojas Ávila, respecto de esta reflexión acerca de lo comunitario. Yo diría que en las presentaciones que escuché, aparecen estos elementos como, entre comillas, tradicionales de la 48

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