Dossier 2º Congreso Nacional de Psicología Comunitaria

cabo y de lo que significa encontrarnos por primera vez en esta diversidad. Que es una diversidad mucho más cercana de la representación efectiva de la diversidad en Chile. Los espacios políticos de representación política que hemos visto en los últimos años, en los más de treinta años, y por supuesto que muchos más atrás, están lejos de ser representativos de nuestra diversidad, partiendo porque el lugar de las mujeres ha estado siempre muy subrepresentado, con un Congreso que tiene 23% de participación de mujeres. En la Convención Constitucional estamos hablando de una democracia paritaria que reconoce un mínimo en que la representación sea al menos, la mitad de mujeres y que se promueva la representación de disidencias y diversidades sexuales y de género también. Entonces, efectivamente ahí hay una estimación que es muy interesante y que estamos recién encontrándonos con ella, que es la posibilidad de cómo se organiza una vida política porque tiene otra temporalidad, hay otra política del tiempo, una política plural que es demorada, supone otras formas de concebir estos diálogos, supone otro ejercicio de la construcción que ya no se resuelve con el whisky de sobremesa, entre los varones, de los pocos que siempre han resuelto, y entiendo que a algunos les genere impaciencia y también en muchos casos, una sensación de desequilibrio porque es como lo que se preguntaba Sutil al inicio de la Convención Constitucional: quién es esta gente que entró a la Convención Constitucional. No los conocía. Por supuesto que no los conocía. Evidentemente, porque no lo veían venir, no sabían quién es este grupo tan diverso que se ha tomado la tarea de disputar este espacio y asumir un lugar. Entonces, yo diría que lo que hoy día estamos experimentando, es en ese sentido, riquísimo, porque estamos viviendo por primera vez, una experiencia que cambia los marcos políticos y los marcos de representación, de lo visible y los modos de hacer. Diría entonces, que esto es muy pre-figurativo, hay una experiencia muy transformadora en quienes somos parte de ella, en quienes pueden hacerse parte no solamente dentro pero acompañándola para saber cómo ir dando estos pasos y creo que ahí hay algo que me encantaría decir: que requiere tiempo, requiere ese tiempo. Y no quiere decir con eso que no avance o que no construya, sino que va construyendo de manera robusta, sostenida y sostenible, estos acuerdos. Ahora, yo también plantearía que esto supone una transformación bastante radical y es parte del proceso. Transformar los términos de la democracia es una transformación muy estructural. Y con ello algunos se van a asustar y la van a nombrar como refundacional, y tiene algo de eso, si suponemos que es refundacional cambiar las estructuras de la polis y que sobre eso se pueda sostener la posibilidad de una transformación en los modos en que se ha organizado la vida. Yo creo que eso es muy importante. Volviendo a la educación, vivimos en un país donde existe una educación confesional, donde existe un Estado subsidiario y donde la universidad que más recibe subsidios es la Pontificia Universidad Católica de Chile, una de las universidades más elitistas y que recibe más financiamiento estatal. Eso es un problema y es una discusión que se está teniendo en la Convención. Hay que hacer un debate público en el que hablemos sobre esto y podamos dejar de naturalizar de una vez, todas las formas en que se organiza esta posibilidad de educación confesional. Como también lo era la educación institucional solo de hombres y solo de mujeres. 22

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