Dossier 2º Congreso Nacional de Psicología Comunitaria

Entonces a partir de allí, la defensa del mundo indígena, es no sólo de la tierra sino del territorio. Espacio social que incluso remite a una identidad diferente, pero dentro de una cosmovisión de mundo también diferente, a la que establece el mundo dominante. Todas estas dimensiones, sin embargo, no han sido consideradas por la sociedad, por las élites que han gobernado este país, durante prácticamente toda la historia en Chile. Más bien lo que han realizado y forzado es, establecer un territorio único, unilateral, moderno europeizante, asociado a una pertenencia blanca, universalista, evolucionista, individualista y como señalamos más arriba, patriarcal. Lo interesante de estos aspectos, es que la plurinacionalidad no refiere a dividir el país en dos, dejando una Nación a cada uno de ellos, sino a señalar que este país como la gran mayoría de los países, tiene en su interior varias naciones. El problema entonces, no es tener varias naciones sino la negación histórica que se ha ejercido para ocultar e invisibilizar las otras naciones que han debido obligatoriamente funcionar sumergidas. Por tanto, la plurinacionalidad no es algo nuevo sino un acto de honestidad de reconocer lo previamente existente. Por otro lado, la presencia de varias naciones pone sobre la mesa el tema de la coexistencia, aspecto que veremos en el último punto. Crisis sistémica Este aspecto refiere a la crisis climática y otros derivados, pero conecta absolutamente con el tema de la plurinacionalidad. Esto dado que las otras naciones, particularmente las indígenas, han tenido un gran respeto por el medio ambiente. Al contrario de la sociedad dominante, la cual con su acento en la modernidad y la tecnología cree que todo lo puede. Esa sociedad hegemónica, ha llevado al planeta a una tremenda depredación de los bosques, la contaminación de los mares y ríos, lo que trae consigo una catástrofe a nivel de la extinción de las especies y luego ha generado el calentamiento global, que trae a su vez como consecuencia un aumento de olas de calor, huracanes, tsunamis, en definitiva grandes trastornos de la atmósfera e incluso un proceso peligroso de descongelamiento de los glaciares y de los polos del planeta. Esto es lo que apunta a señalar que hay una crisis, pero de carácter sistémico, por cuanto la perspectiva de observación de la naturaleza debe ser desde lo global, desde el sistema, desde la totalidad. Para entender que todos estamos interrelacionados entre sí, ello desde las piedras, las montañas, el agua y, las especies vivas todas, todos y todes depende unas de otras. Aspecto que a la lógica capitalista de la sociedad moderna, simplemente no le interesa. Es por lo mismo que, dentro de la convención constituyente y de la propuesta de una nueva constitución para Chile, igual como fue el momento para las constituciones del Ecuador (2008) y de Bolivia (2009), se está proponiendo los derechos de la naturaleza, donde caben los humanos y también los no humanos. Donde también, ambos son sujetos de derecho, de manera que la opinión de la naturaleza igualmente debe ser considerada, en función de generar convivencia en todo el sistema. 138

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=