Dossier 2º Congreso Nacional de Psicología Comunitaria

otras cosas que vas a ganar. Y eso es ya decisión de cada quien. La academia es muy interesante y maltratadora. MARÍA ANGÉLICA BENAVIDES: Muy interesante y muy neoliberal en estos tiempos. De repente, también estamos en espacios que son maltratadores, entonces, uno tiene que estar súper alerta. Poco antes he estado en un simposio con mis compañeras mexicanas para hablar del tema de la psicología comunitaria. Ahí, justamente, planteamos en este Chile y bueno, también a nivel del mundo, el tema de esta academia tan maltratadora. Una academia con tanto poder, que te pone en detalles peores todavía. Porque si yo soy solamente a honorarios, es la precariedad misma. Un trabajo a honorarios significa que te paguen cinco meses, y enero y febrero, te quedas sin sueldo. Y llevamos años, aunque hay propuestas para cambiar eso. Además, siendo a honorarios, no puedes participar tanto, en programas de investigación. Respecto a lo que plantea Ximena, yo trabajé en los 90’, cuando recién pude regresar a Chile, en el tema del feminismo popular, de la población. Y fuimos a un congreso latinoamericano y del Caribe y como feministas populares nos dimos cuenta de estas diferencias de las feministas de universidades, que habían escrito mucho. Eran tan distintas al feminismo poblacional, popular y al feminismo afrodescendiente. Y ahí nos encontramos. Qué ocurre después, cómo hacemos las sistematizaciones para que eso se vea, se quede y sea parte de la academia, porque es en la academia donde está el poder. No teníamos la posibilidad, está en nuestras memorias no más, porque hay que escribir ahora, antes de morir. Por eso la importancia de sistematizar cuando termine este congreso y realizar la síntesis para entregar a la convención. Tenemos la tremenda esperanza y vamos a ver qué ocurre con todo lo que estamos proponiendo. LEONOR CANTERA: Creo, María Angélica, que desde la academia se pueden hacer muchas cosas y que el aula tiene que ser un lugar en que tenga sentido hacerlo. Te pongo un ejemplo, hubo un momento aquí en Barcelona que comienza a hablarse de la ablación del clítoris. Había chicas que sus padres las llevaban en periodo de vacaciones a sus países de origen para hacer la ablación del clítoris. Entonces, en una asignatura que yo impartía estábamos hablando de los problemas sociales, y vimos el tema, si la ablación del clítoris era un problema social. Una de las estudiantes de psicología, expresó que este no era un problema social, sino que era un problema de otro país, con otras ideas, etc. Entonces, esa oportunidad, de poder hablar desde esa vivencia, de esa situación, hablar de qué es un problema social y qué no, dio la oportunidad también de poder pensar diferentes formas. Es muy interesante cómo ahora por ejemplo, a propósito del problema de las personas que vienen en pateras, ver las respuestas que se están dando. Es interesante porque la universidad se ve obligada a dar formación ahora al profesorado, formación voluntaria, para tratar el racismo en sus aulas. Lo que quiero decir es que la academia puede hacer mucho y debemos hacer mucho, pero tenemos que estar conscientes que este es un trabajo, sigo insistiendo, tanto en lo político como personal. Lo de Zicri no tiene lugar, ese es un trabajo que pasa por el cuerpo, que tú 122

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=