Dossier 2º Congreso Nacional de Psicología Comunitaria

cuestión religiosa, etc. Ahora, vamos a ver en la realidad lo que está pasando. Actualmente, los compañeros y las compañeras en la academia, con Bolsonaro están teniendo una serie de problemas increíbles. Tenemos compañeros que han venido a la universidad nuestra y han hablado sobre sus experiencias, por ejemplo, donde no pueden hablar libremente. Por ejemplo, no pueden mencionar a Marx porque el estudiante, por ejemplo, lo denuncia. Y eso está pasando en Brasil ahora, en la academia. Entonces, es difícil. Y ahí está la necesidad de la creatividad. De cómo llevar toda esta cuestión. Y de poder facilitar que el otro, la otra me escuche, desde el lugar de poder que tienes en la academia. MARÍAANGÉLICA BENAVIDES: Muchas gracias Leonor. Adelante Edison. EDISON LEIVA: Leonor, estaba pensando en este lugar interesante que tú ocupas, porque eres una académica, pero en quien confluyen tres tradiciones, eres una académica que proviene del ámbito del Caribe, en Puerto Rico, te articulas con la ortodoxia norteamericana y en este momento estás en una universidad europea. Por lo tanto, has navegado un rato por estos tres mundos. Y desde esa óptica te quería preguntar ¿Cómo se enfrenta, como psicóloga comunitaria, como académica, como investigadora, este fenómeno del capitalismo cognitivo y muy fuerte, respecto de cómo las universidades están involucradas en una lógica perversa del publica o pereces, de las métricas y que así, a simple vista, pareciera ser que nosotros las psicólogas y los psicólogos comunitarios corremos en desventaja porque no manejamos mucho esos códigos del capitalismo cognitivo? ¿Cómo ha sido tu experiencia enfrentando eso? LEONOR CANTERA: Cuando trabajamos desde la psicología comunitaria, es un trabajo político, pero también personal. Entonces, no solamente hay una tradición, como bien dices tú, de dónde vengo y de donde nací por accidente. Todo esto va construyendo lo que tú quieres hacer y por qué lo quieres hacer de determinada manera. En mi caso, no solamente soy una académica, sino también soy una mujer, una mujer negra, una mujer caribeña y tengo una realidad de vida como todas las personas que están aquí. Para mí, es importante el compromiso de poder ver y transmitir lo que yo entiendo, más allá de lo que la academia me dicta. Renuncio a cosas que la academia me impone, por ejemplo, si tú no tienes una cantidad de publicaciones, si no tienes publicaciones no tienes sexenio, si no tienes sexenio tienes desventajas económicas, etc. Entonces, tienes que decidir si entras o no entras. Sabiendo que si no entras tienes problemas, porque la misma academia te va impulsando. Por ejemplo, puede que tú decidas no entrar, no quieres jugar ese juego, para ti la enseñanza es importante y por ejemplo, para tí un libro es importante y no cinco o siete páginas de decir lo que quieren escuchar. Y si yo sé que eso es así, yo no voy a tener la posibilidad de reclamar o pedir un sexenio. Si no tengo sexenios, sé también que no podré participar en tribunales de defensa de tesis, porque un requisito que pone la mayoría de las universidades es que tú tengas sexenio. Es decir, eres tú la que tienes que decidir, sabiendo que hay privilegios a los que vas a renunciar y 121

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