Ñizolke zugu Dios ñi Nütxam pu Chilemapuche ñi zugun mew:

las escuelas misionales en la Araucanía definitivamente conquistada, se retroalimentó de lo que Jorge Pavez Ojeda ha llamado “Laboratorios etnográficos”, refiriéndose a los archivos de antropología en Chile entre 1880 - 1980: “el conjunto de las inscripciones textuales y visuales produ- cidos en el laboratorio de los territorios indígenas”. 109 En- tre los cuatro grandes poderes antropológicos – Inglaterra, Francia, Alemania y Estados Unidos – los dos últimos han tenido un impacto duradero en Chile. 110 Mientras que la mayoría de las élites criollas negaba el papel de los indígenas en la renovación del proyecto chi- leno nacional, el lingüista alemán Rodolfo Lenz así como los misioneros capuchinos Félix de Augusta, Sigifredo de Frauenhaeusl (1868 - 1954) y Ernesto Wilhelm de Moes- bach (1882 - 1963) contribuyeron de manera decisiva a la fundación de la antropología en Chile. Mientras que Lenz tenía un profundo interés en la documentación lingüística – aunque desde una perspectiva eurocéntrica – de la lengua mapuzugun, para los misioneros este idioma proporciona- ba el instrumento para la evangelización de los mapuche. De este modo, con base en la compleja colaboración entre diversos grupos de actores en relaciones jerárquicas se pre- paró el terreno epistemológico para la construcción de un archivo indigenista en el marco de su colonización interna. Este archivo se creó con la participación de agentes indíge- nas, aunque fueron los científicos del norte global quienes impusieron sus categorías de clasificación como “raza”, et - nicidad, género y edad a una culturamarcada como “otra”. 111 Entretanto, una parte de los archivos antropológicos en Chile ha sido digitalizada. Por ejemplo, la Gramática araucana (1903) y las Lecturas araucanas (1910) en las que Augusta, con la ayuda de otros capuchinos como Sigi- fredo de Frauenhaeusl, recogió una gran cantidad de ma- terial lingüístico y etnográfico. Estos archivos pueden ser consultados en el banco de datos nacional Memoria Chile - na 112 , así como una serie de los escritos del erudito alemán Rodolfo Lenz realizados a finales del siglo XIX y a princi - pios del siglo XX. Se ha argumentado que la digitalización ha acarreado una desjerarquización del archivo. Dada la inclusividad de los archivos digitales – su accesibilidad y la fácil recupera- ción de datos – segúnAmid Pinchevski, “el archivado aho- ra puede ser considerado como una forma de intervención política, una práctica social participativa que transforma el archivo como conjunto en proyecto colectivo”. 113 Aunque esta tesis podría parecer obvia en vista de las nuevas posi- bilidades que los medios digitales ofrecen, requiere de un análisis cauteloso con respecto a contextos de relaciones de poder asimétricas. En primer lugar, la tecnología digital conlleva el ries- go de ampliar la brecha digital entre Norte y Sur, pero también entre los centros urbanos y los espacios rurales primordialmente habitados por comunidades indígenas. Estas comunidades muchas veces no son involucradas ni en la producción de los contenidos digitales ni en su loca- lización en el ámbito digital, ya que los archivos en línea 109 Véase Pavez 2016: 27. 110 Ibidem 55. 111 Ibidem 30, vs. también Helmke y Hoth de Olano 2022: 30. 112 http://www.memoriachilena.cl/ (28.06.2022). 113 Véase Pinchevski 2011: 256, traducción M.L.B. — xxix —

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