Geotermia en Chile: un siglo de historia para un desarrollo sustentable

29 Geotermia en Chile: un siglo de historia para un desarrollo sustentable. aquellas dolencias que el avance de la civilización imprimía en los cuer- pos y en las mentes. Los médicos, como voces autorizadas, tomaron los resultados de los análisis químicos y los complementaron con sus análisis clínicos, lo que les permitió configurar diagnósticos y ofrecer prognosis para una variedad de cuadros patológicos. En este sentido, el análisis le dio contenido y especificidad a la cura termal, pues vinculó el sustrato cientí- fico del laboratorio con los resultados médicos prometidos por los baños. Así, el análisis representó un esfuerzo individual, ideológico y económico, que fue más allá de la persuasión científica por comprender y descifrar el mundo natural, abarcando los dividendos de la gestión del viajero europeo, la necesidad de legitimar la identidad profesional de químicos y médicos, y de entregar un respaldo comercial al espacio termal, entre otros. 22 En Cauquenes se conformó un imaginario sustentado en la capacidad de su paisaje de afectar a la población, en el sentido tanto de curar o paliar los dolores de los enfermos, como de apoyar a todos quienes estaban en riesgo de sucumbir a las enfermedades que les presentaba la vida urbana y moderna. Esta condición de su paisaje se expresaba en su presentación ya no solo como un sitio termal, sino como un régimen anclado en nuevos elementos materiales que reflejaba las normas de conducta y de civilidad asociadas al modelo curativo, y a las que se le atribuía la capacidad de re- generar el cuerpo, la mente y el ánimo. En consecuencia, el escenario termal se caracterizó y representó ya no solo en función de sus aguas y sus medidas, sino también a través de los valores y símbolos que reforzaban sus atributos y que eran constituyentes de sus elementos científicos. De ahí que su representación considerara también a los jardines, parques, fuentes, puentes colgantes, salas de billar, restaurant y capilla, como integrantes de una ideología científica anclada en la tradición católica y en la sociabilidad burguesa que cruzaba el enten- dimiento de la salud y de las medicinas. Esta alianza fue relevante en tanto propuso paisajes atravesados por los ordenamientos sexuales del espacio y tiempo urbanos, y en consecuencia, por las actividades que la medicina permitía al cuerpo enfermo en dichos espacios. La prensa y su publicidad incorporaron estos contenidos desde tem- prano. Esto permitió traducir y redirigir el discurso científico, así como los análisis y mediciones, hacia públicos más amplios, y enriquecer su mensaje con nuevos actores. Así, la publicidad pagada por administradores como Hess o Primitivo Espejo apuntó siempre a relevar el dato científico que aportaban los análisis y complementarlo con la presentación del régimen. “Según comunicaciones recibidas últimamente de sabios naturalistas” de Alema- nia —señalaría un aviso publicado en El Ferrocarril hacia 1864—, solo dos 22 George Levine,“Defining Knowledge:An Introduction”, en Victorian Science in Context , de Bernard Lightman. (Chicago,The University of Chicago Press, 1997): 15-23.

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