Geotermia en Chile: un siglo de historia para un desarrollo sustentable
20 Geotermia en Chile: un siglo de historia para un desarrollo sustentable. tenidos al momento de redactar los reportes de exploración. La fascinación por los volcanes y los fenómenos de la alta montaña, la expansión de los imaginarios científicos y la progresiva acumulación de datos en diversos puntos de la Tierra, hicieron de las montañas verdaderos laboratorios al aire libre y del territorio andino de Chile un punto cada vez más conec- tado a las ciencias geológicas de alcance global. En febrero de 1829, Eduard Friedrich Poeppig (1798-1868) logró el primer ascenso registrado hasta el cráter del volcán Antuco, dedicando a este episodio todo el último capítulo de su relato de viaje por Chile. 12 Siguiendo en buena medida los pasos del prusiano, el naturalista francés Claudio Gay (1800-1873) realizó el ascenso a fines de febrero de 1839, ex- periencia que derivó en una serie de observaciones botánicas y zoológicas inscritas en los diferentes tomos de su obra sobre Chile. Sin poder alcanzar el cráter, el geólogo de origen polonés Ignacio Domeyko (1802-1889) realizó la ascensión al volcán en febrero de 1845, tras lo cual redactó una memoria que marca un precedente para las ciencias geológicas del terri- torio de Chile. 13 Rodulfo Amando Philippi (1808-1904), médico y natu- ralista alemán, subió el volcán en 1862 e incluyó sus observaciones sobre fósiles y botánica en diversas publicaciones. Cerrando este primer ciclo de ascensiones científicas, el geógrafo francés Pedro José Amado Pissis (1812- 1889) llegó hasta el cráter del Antuco en 1869, escribiendo acerca él en su obra principal sobre la geografía del país. 14 Esta sucesión de excursiones permite observar las dinámicas del traba- jo en terreno desde una perspectiva comparativa, evidenciando que cada nueva excursión se nutre de la lectura del relato anterior, generando una continuidad en las observaciones, a la vez que una progresión en el co- nocimiento de ciertos aspectos. Permite destacar, además, coincidencias notables como el hecho de que un mismo guía, el arriero Antonio Be- cerra, acompañara tanto a Poeppig como a Domeyko en sus respectivas ascensiones. Otros aspectos sociales de la región van quedando también registrados como parte de la experiencia en terreno: si a fines de la década de 1820, Poeppig transita por un territorio en disputa entre moluches y pehuenches, zona de pillaje y de precario control por parte del ejército chileno; a fines de 1860, Pissis recorre una región completamente integra- da al mapa de la nación. 12 La crónica del viaje de Poeppig se tituló Reise in Chile, Peru auf dem Amazonen 1827-1832 y se compuso por dos volúmenes más un atlas de ilustraciones, publicados en Leipzig por F. Fleischer entre 1835 y 1837. Para esta investigación trabajamos con la edición (bastante intervenida) del germanista chileno Carlos Keller (Santiago: Zig-Zag, 1960), única versión en castellano disponible hasta ahora, de acceso digital en el sitio web de la Biblioteca Nacional, www.memoriachilena.cl . 13 Ignacio Domeyko, Memoire sur la composition geologique du Chile a la latitude de Concepción, depuis la baie de Talcahuano jusqu’au sommet de la Cordillère de Pichachen, comprenant la description du volcán d’Antuco , presentado en el París en 1840 e integrado en castellano al tomoV de su obra Jeolojí a. (Santiago: Imprenta Cervantes, 1903). 14 Pedro José Amado Pissis, Geografía física de la República de Chile. (Santiago: Biblioteca Fundamentos de la construcción de Chile, Dibam, 2011.Año de publicación del libro original: 1875).
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