Geotermia en Chile: un siglo de historia para un desarrollo sustentable
Figura 2. CETValleVerde. Fuente:Archivo CEGA. 188 Geotermia en Chile: un siglo de historia para un desarrollo sustentable. Una de las primeras acciones del proyecto fue mejorar la aislación tér- mica del invernadero intervenido, con el propósito de reducir sus pérdidas de calor. En paralelo, se instaló el sistema de calefacción, que consistió en un intercambiador de calor geotérmico horizontal cerrado, acoplado a una bomba de calor y a un acumulador de calor. El calor se distribuyó en el invernadero mediante dos ventilo convectores o fan coil s. En Puerto Aysén, el subsuelo tiene una temperatura que va entre los 6 ºC y los 13 °C a una profundidad de 1,5 metros, durante todo el año y sin fluctuaciones horarias. Gracias a esta estabilidad de la temperatura, es posible usar un colector subterráneo horizontal de calor (1.400 metros de tuberías de polietileno) que se entierra a 2 metros de profundidad, y por donde se hace circular agua muy fría (~1 ºC). El agua fría se calienta en contacto con el subsuelo y retorna a la superficie aproximadamente 3 °C más caliente de lo que entra (~4 ºC). Dentro de la bomba de calor, un intercambiador extrae el calor del agua y la vuelve a enfriar a 1 ºC, lista para retornar al colector subterráneo. Finalmente, un sistema de compre- sión de gases permite concentrar todo el calor colectado en un segundo circuito de agua, a ~45 ºC, la que se almacena en un estanque de 2.000 L para su posterior circulación en el sistema de fan coils, que distribuye el calor colectado hacia el interior del invernadero. La temperatura constante del subsuelo permite calefaccionar el inver- nadero a lo largo de todo el año con un bajo consumo de electricidad, incluso en las noches frías de invierno. La bomba de calor transporta y
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