Geotermia en Chile: un siglo de historia para un desarrollo sustentable

98 Geotermia en Chile: un siglo de historia para un desarrollo sustentable. se llegó a estimar un potencial de 16 MWe. Cabe mencionar que para 1970, la capacidad global de generación de electricidad mediante geoter- mia instalada era de 720 MWe. 2 El mundo veía en este recurso geotérmico una importante forma de generar electricidad, y Chile no estaba ajeno a esa visión. Pero llegó 1973, el año que cambió la historia reciente de nues- tro país, y como se verá en el capítuloVI, la geotermia no fue ajena a los dramáticos cambios que sufrió el país y fue paulatinamente desaparecien- do del discurso político y ecosistema energético de Chile. Esta situación fue similar en el resto de los países andinos. En Argentina se llegó a construir una pequeña planta de generación de electricidad en Copahue. Fue un intento de comenzar el desarrollo de la geotermia en el país vecino, implementando una planta de 0.76 MWe que fue abandonada en 1995. Incluso durante un tiempo se usaron los fluidos geotermales de este campo para calefaccionar la localidad de Copahue. ¡Se podría decir que fue la primera iniciativa a nivel continental de calefacción distrital con geotermia! Pero también se abandonó por problemas de incrustaciones minerales en las tuberías. Una vez más, buenas ideas, pero intentos fallidos por falta de una planificación desde el Estado. Siguiendo este relato cronológico de la evolución de la geotermia en nuestro país, a finales del siglo XX Chile se vio enfrentado a un serio pro- blema energético. La sequía que sufrió la zona central en 1998-1999, su- mado al corte de suministro de gas natural procedente de Argentina, mos- tró la debilidad de la matriz energética de nuestro país y se hizo necesario buscar nuevas fuentes de energía, con una mirada hacia las fuentes renova- bles. De esta forma, en enero del 2000 entró en vigencia la Ley nº 19.657 sobre Concesiones de Energía Geotérmica, permitiendo el otorgamiento de concesiones de exploración y explotación al mundo privado. Comenzó una época vibrante en lo que respecta a la exploración geotérmica. En 2014, había un total de 75 áreas concesionadas para exploración geotér- mica en Chile, ocho para explotación, habiendo además 56 concesiones de exploración y 20 de explotación pendientes de aprobación por parte de la autoridad. 16 diferentes empresas geotérmicas estaban instaladas en el país y se hablaba incluso de una suerte de “fiebre del oro de la geotermia”. Se instauró la Asociación Chilena de Energía Geotérmica (ACHEGEO), que agrupaba a una serie de empresas de exploración y desarrolladores geotér- micos, y el Consejo Geotérmico, conformado originalmente por las em- presas Enel Green Power, Energía Andina, EDC, Magma Energy, Mighty River Power, Ormat y Transmark Renewables. Este Consejo Geotérmico llegó a proponer, en esos años, que el potencial geotérmico que se podría instalar en un intervalo de 20 años oscilaba entre los 1000 a 2440 MWe. 2 Ibíd .

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=