Policy Brief: recomendaciones para la consideración del ambiente alimentario doméstico en las intervenciones alimentario-nutricionales

preparación y alimentos ultraprocesados, en parte explica- do por la falta de tiempo y la falta de redistribución de las tareas relacionadas a la alimentación (Gálvez et al., 2017); OPS, 2015). Las relaciones personales en el AA doméstico inciden tam- bién en la salud nutricional de los integrantes del hogar. González-Rico et al. (2012) en un estudio en niños concluyen que existe un 63% de mayor riesgo de obesidad en familias con problemas relacionales. En ese mismo sentido, la co- mensalidad al interior del hogar y comer en familia, ha sido relevado como un factor protector contra el exceso de peso en niños, niñas y adolescentes (Scander et al., 2021; Amaral E Melo et al., 2020; Vik et al., 2016). A la inversa ver televisión mientras se come, ha sido asociado con mayor prevalencia de obesidad (Scander et al., 2021). La evidencia también señala que los hogares con menores recursos suelen tener AA domésticos más obesogénicos, esto debido a que, a su vez, están rodeados por AA de abas- tecimiento que no favorecen una alimentación saludable (Kegler et al., 2021; Egaña et al., 2022). El escenario al interior de los hogares, se vio aún más al- terado producto de la pandemia por COVID-19. Los estilos de vida de las personas cambiaron drásticamente debido a restricciones de movilidad y tener que estar en sus hogares todo el día, producto de prolongadas cuarentenas, lo que ha alterado las dinámicas al interior del hogar, así como la sa- lud mental de sus miembros (Browne et al., 2021; Cassinat et al., 2021; Wade et al., 2021). Por otro lado, diversos reportes señalan a la pandemia como una crisis social y económica que ha llevado a la pobreza a millones de hogares en Chile y el mundo (CEPAL y OPS, 2020; Kegler et al., 2014; Naciones Unidas, 2020). Lo anterior, en conjunto con problemas en las cadenas de abastecimiento de alimentos durante la crisis sanitaria, ha generado que las personas no puedan acceder ni física ni económicamente, a alimentos sanos y seguros. Producto de esta situación se observa un incremento de la inseguridad alimentaria de un 13% a un 19% de la población, y de la obesidad en niños, niñas y adolescentes de 23,5% a 25,4% (Ministerio de Desarrollo Social y Familia. Gobierno de Chile y Ministerio de Desarrollo Social. Gobierno de Chile, 2020; Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas Ministerio de Educación. Gobierno de Chile, 2020). La intervención que más frecuentemente se asocia a la modi- ficación del AA doméstico es la educación alimentaria y nutri - cional poblacional (campañas comunicacionales en distintos medios) o individual (recomendaciones en centros de salud y en establecimientos educacionales). En Chile, y en la mayor parte de los países, existen las guías alimentarias basadas en alimentos (GABA), que constituyen un instrumento de educa- ción nutricional destinado a la población general (FAO y OMS, 1998). Las GABA brindan un conjunto de recomendaciones so- bre alimentación saludable a través de mensajes e ilustracio- nes de fácil comprensión. Estos mensajes deben ser concor- dantes con las recomendaciones alimentario-nutricionales de organismos reconocidos, y adecuarse a las costumbres locales y condiciones socioeconómicas de la población objetivo. A pesar de contar con GABA, el consumo alimentario de la mayoría de la población en Chile se encuentra muy distante de cumplir con estas guías (Ministerio de Salud. Gobierno de Chile, 2017). Hallazgos recientes, dan cuenta que existe conocimiento sobre las recomendaciones expuestas en las GABA chilena, más no así en su modificación conductual ha - cia estilos de vida saludables (Hernández y Franch, 2019). Es decir, las GABA son conocidas y recordadas particularmente por las personas responsables de la alimentación en los en- tornos domésticos (principalmente mujeres), pero no hay una adopción y aceptación de sus contenidos, mostrando barreras para la factibilidad y aplicación de los consejos señalados, lo que da cuenta de la incidencia de factores estructurales deter- minantes de la mal nutrición. Esto probablemente se debe a la falta de pertinencia sociocultural y a la falta de consideración de los ambientes alimentarios y condiciones materiales que rodean la cotidianidad de las personas. Excepto las recientes GABA brasileñas y uruguayas, no hay otras experiencias in- ternacionales en que estos aspectos hayan sido considerados (Franch et al., 2021). En el caso de Brasil, sus GABA se ade- cuaron a la promoción de platos tradicionales y socialmente aceptables en los hogares, incluyendo diferencias territoriales, etarias y étnicas, explicitando el consumo de productos fres- cos, naturales y preparaciones caseras v/s productos ultrapro- cesados (Ministerio de Salud de Brasil, 2015). Así también las GABA de Uruguay evidencian mensajes de promoción de ali- mentación en compañía de otros miembros del hogar y apa- gar las pantallas al momento de sentarse a la mesa (Ministerio de Salud de Uruguay, 2019). Por otra parte, el sistema de atención primaria de salud, también ha intentado hacerse cargo de modificar el AA do - méstico a través de acciones de salud preventivas orientadas a los individuos, tales como controles de salud y consultas 5 UN I V E R S I DAD DE CH I L E Vicerrectoría de Inves tigación yDesarrollo INVESTIGACIÓN INNOVACIÓN CREACIÓN ARTÍSTICA POLICY BRIEF

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