Policy Brief: recomendaciones para la consideración del ambiente alimentario doméstico en las intervenciones alimentario-nutricionales

El ambiente alimentario doméstico es complejo. Las condi- ciones físicas y económicas al interior de los hogares son diversas, así como las relaciones que se dan entre los miem- bros del hogar, y durante la preparación y consumo de ali- mentos. Estas condiciones influyen en la calidad de la ali - mentación de las personas. Los patrones alimentarios al interior de los hogares han cam- biado. Esto puede ser atribuido a las extensas jornadas fuera del hogar de sus miembros, a la salida de las mujeres del hogar a la fuerza laboral (sin redistribución equitativa de los cuida- dos), y a la falta de tiempo para la preparación de los alimen- tos, entre otros. Lo anterior, ha llevado a que la alimentación doméstica suela ser externalizada a la industria, ampliando la adquisición y consumo de alimentos ultraprocesados e insa- nos. Esto se torna más problemático en tanto es el espacio do- méstico el lugar de socialización primaria de las personas, en el cual las personas transfieren los distintos saberes alimentarios. Sumado a lo anterior, este ambiente alimentario doméstico está fuertemente afectado por lo que ocurre en otros am- bientes en especial el de abastecimiento, que hace referencia a la disponibilidad y acceso a los alimentos saludables. Así también, este ambiente se ha visto afectado por la pandemia por COVID-19, dado que ha conllevado una crisis social y económica para los hogares. A pesar de su gran relevancia, existe un vacío de conoci- miento y propuestas para abordar el ambiente alimentario doméstico. Por lo que el objetivo de este policy brief es re- levar la importancia del ambiente alimentario doméstico en las políticas y programas para combatir la obesidad. Se plan- tean una serie de recomendaciones tanto para la educación alimentario-nutricional poblacional y familiar (guías alimen- tarias), como al sistema de salud en términos del manejo y prevención de la obesidad en atención primaria, y a los pro- gramas de atención de personas con malnutrición por exce- so. Así también, se plantean recomendaciones en políticas públicas de orden más estructural, como leyes que permitan la mejora del ambiente alimentario de abastecimiento y el ejercicio efectivo del derecho a la alimentación. 2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA La obesidad es el principal problema de salud pública en Chile, el cual se ha visto agudizado con la crisis sanitaria por la pandemia de COVID-19, y -recientemente- por eventos de impacto global como la guerra en Ucrania que ha afectado los sistemas alimentarios globales, aumentando el precio de los alimentos producto de la escasez y alterando los am- bientes alimentarios (World Food Programme, 2022). Esto ha contribuido a aumentar la inseguridad alimentaria en todas sus formas, favoreciendo la mala alimentación, el hambre y el incremento del sobrepeso y obesidad en el mundo (FAO & Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, 2020) y también en Chile (Egaña Rojas et al., 2020). De acuerdo a la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (Universidad de Chile, 2010), un 87% de la población chilena requiere cambios en su dieta, basado en el incumplimiento de las guías alimentarias poblacionales (GABA). La Encuesta Nacional de Salud (Ministerio de Salud. Gobierno de Chile, 2017), ratifica este diagnóstico, indicando además que, cerca de un 74% de la población presenta sobrepeso u obesidad. Tanto la obesidad como la alimentación, son problemas com- plejos de abordar, y están condicionados por factores que van más allá de las preferencias y elecciones personales, tales como el nivel socioeconómico y la calidad de los ambientes alimentarios en los que se desarrolla la vida de las personas (Story et al., 2008; Walker et al., 2010; Wildig et al., 2020). Los ambientes alimentarios (AA) se entienden como el con- texto “ físico, económico, político y sociocultural que enmarca la interacción de los consumidores con el sistema alimenta- rio con miras a la adquisición, la preparación y el consumo de alimentos” (The High Level Panel of Experts on Food Se- curity and Nutrition, 2017). Estos ambientes junto a la clase socioeconómica, que comprende el capital económico, cul- tural, simbólico y social (Bourdieu, 2017), son los de mayor incidencia en los hábitos de vida de la población. En Chile, el año 2015 se elaboró un modelo de AA que des- cribe 5 ambientes principales: doméstico, institucional, vía pública, restauración y abastecimiento, los cuales interac- túan y se encuentran atravesados por dimensiones cultura- les, económicas y sociales (Cerda et al., 2016). Este modelo plantea un conjunto de relaciones e interacciones multidirec- cionales que contribuyen a comprender el condicionamiento de la conducta alimentaria (Cerda et al., 2016). El AA doméstico ha sido descrito como uno de los más com- plejos, debido a la diversidad en la configuración de los ho - gares y su carácter privado (Cerda et al., 2016). Las condicio- nes materiales y económicas de los hogares, las dinámicas y nivel de comunicación que se da entre los miembros del 3 UN I V E R S I DAD DE CH I L E Vicerrectoría de Inves tigación yDesarrollo INVESTIGACIÓN INNOVACIÓN CREACIÓN ARTÍSTICA POLICY BRIEF

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