Escritura e inclusión en la universidad: herramientas para docentes

265 P osfacio P reguntas R azonamiento ¿Se agrupan las referencias por afinidades (subtemas, ámbitos, preguntas de investigación)?, ¿se razona esta agrupación? Conviene agrupar las referencias por apartados, según algún criterio significativo. Una relación plana de tra- bajos no ayuda a comprender los avances realizados en una disciplina o la inserción del trabajo propuesto. ¿Hay citaciones literales?, ¿hay muchas por página o apartado?, ¿se cita del original? Conviene no abusar de la citación entrecomillada. Las citas literales, bien seleccionadas, dan color y sentido al texto, pero su abuso (2 o 3 citas por página) delata poca madurez o carencia de voz propia. Hay que citar el original (autora, lengua, versión original, etc.). Con- viene tener presente que cada disciplina tiene sus pro- pias convenciones de citación. Algunos de los errores habituales en el uso de la bibliografía son: i) usar referencias obsoletas, frente a trabajos más recientes; ii) citar traduccio- nes o referencias indirectas; iii) citar trabajos divulgativos –manuales, libros de texto– o de otro tipo –noticias periodísticas, documentos po- líticos– de carácter no científico, como si tuvieran la misma fiabilidad –como en el caso 7–; iv) cometer olvidos y errores en la bibliografía final; y v) mantener inconsistencias entre las referencias, al provenir de bibliografías anteriores y diversas, variando sin criterio el orden de los componentes –ciudad, editorial, páginas– o manteniendo lenguas dife- rentes –London / Londres–. Finalmente, conviene prestar atención a la inclusión de determinadas referencias, como las procedentes de boletines depredadores ( predatory publishing ; también denominadas write-only ), con finalidades comercia- les, que cobran a la autora necesitada de currículum por publicar sus tra- bajos, sin ofrecer los servicios habituales de revisión con referees ; o como la denominada literatura gris ( grey literature ), que incluye informes de laboratorio, diarios de campo, revistas o documentación institucional, que no siempre han superado la revisión científica de los boletines in- dexados y que puede tener un estatus muy diferente según las discipli- nas. Un ejemplo habitual de esta práctica, en mi campo, es citar el Marco Común Europeo de Referencia ( mcer ) del Consejo de Europa como refe- rencia de autoridad, cuando solo es un documento político con una pro- puesta curricular especulativa. Según el tipo de investigación, puede ser relevante incluirlo, pero nunca debe situarse en el mismo plano que una investigación validada por el método científico. Continuación Tabla 4. Criterios…

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