Escritura e inclusión en la universidad: herramientas para docentes
260 E scritura e inclusión en la universidad . H erramientas para docentes Y a veces los métodos para conseguir datos se confunden, como tam- bién lo que debe ser la tesis final, como en el caso 8. C aso 8. M aría : abusar de la bibliografía María necesitaba el doctorado para consolidar su posición en su universidad. Había pu- blicado un par de libros de ensayo sobre lectura y tenía ganas de hacer un buen trabajo y reincorporarse con honores a su puesto. Había leído todos mis libros sobre composición, de corte cognitivista, y pensaba adoptarlos como marco teórico. Pero en 2005 yo había adoptado otra orientación más sociocultural, con los New Literacy Studies (Barton & Pa- pen, 2010; Gee, 1999; Lankshear & Knobel, 2011), con técnicas del Análisis del discur- so y la Etnografía lingüística. Superado un cierto desconcierto inicial, María se propuso adentrarse en esta perspectiva. En los meses siguientes, participó activamente en las tareas formativas; poco a poco em- pezó a manejar las referencias nuevas, que mezclaba con las anteriores. En las tutorías solo hablábamos de bibliografía, autores y trabajos. Cuando le pedía sus preguntas de investigación o los datos que recopilaría, respondía que estaba concentrada en el mar- co teórico. Dos años después de la primera tutoría, me escribió que tenía “casi lista” la tesis. Me ex- trañó porque no habíamos hablado todavía de preguntas ni métodos… respetando su vo- luntad. Por otra parte, es habitual trabajar por partes: se escribe un capítulo, se revisa y se corrigen lagunas, y luego se avanza hacia otro capítulo, por lo que entendí que se re- fería solo a la parte bibliográfica. Tardó varias semanas en responderme, con un PDF de 350 páginas, que pretendía ser una tesis completa, con el formato requerido, la bibliografía final y los anexos. No había da- tos empíricos, solo reflexiones sobre la lectura basadas en su experiencia personal y en la revisión bibliográfica. Uno de los capítulos estaba dedicado íntegramente a reproducir una entrevista personal con una de las investigadoras hispanas más reconocidas sobre el tema, con quién había coincidido en un congreso. La tutoría siguiente no fue fácil. Tuve que explicar a María por qué su trabajo, que podía tener otros méritos, no era una tesis y no la iba a avalar. Fue un momento difícil que su- peramos puesto que más adelante replanteó su trabajo y lo defendió con éxito. 3.6. Analizar datos Si recopilar datos se parece a buscar betas de mineral en una montaña o pepitas en el lecho de un río, procesar y analizar los datos encontra- dos equivale a extraer el oro de la mina y pulirlo para que luzca. Es, sin duda, el segundo gran reto de la investigadora y el que presenta dificul- tades metodológicas y técnicas más relevantes. Es el núcleo de una in- vestigación y el elemento que acaba determinando el nivel de la calidad del trabajo. Como mencioné antes, saber buscar y encontrar “(buenos) datos” supone un gran avance, pero sirve de bien poco si no se saben procesar con el método apropiado para extraer las pepitas más gordas. Por suerte, hay excelente bibliografía al respecto, por lo que aquí me referiré solo a mi experiencia personal, con algunas sugerencias.
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