Escritura e inclusión en la universidad: herramientas para docentes
258 E scritura e inclusión en la universidad . H erramientas para docentes C aso 5. C armen : buscar buenos datos Carmen trabajaba de jefa de estudios en un centro de enseñanza de español como lengua extranjera en Alemania. Había constatado que las estudiantes de dicho centro presentaban quejas con una in- tención, estructura y estilo diferentes a las que hacemos en España. Por ello, en su trabajo de fin de máster analizó las diferencias retóricas en este género escrito, con un corpus contrastivo de quejas escritas en español por alemanas y españolas. Para su tesis doctoral quería ampliar la muestra y ampliar el análisis, pero el corpus inicial tenía sesgo: no era válido comparar cartas escritas en español como L2 por alemanas, con otras escritas en español como L1 por españolas, que además no eran auténticas, sino simulaciones realizadas por varias docentes de español del mismo centro. Luego de barajar varias posibilidades, surgió una opción imprevista y excelente, gracias al con- tacto personal con un alto cargo de una multinacional. Tras una entrevista al más alto nivel y de garantizar la confidencialidad de informantes y empresa, Carmen tuvo acceso a miles de quejas au- ténticas, en alemán y en español, presentadas a lo largo de un año en ambos países y referidas a unos mismos productos tecnológicos. Después de digitalizarlas, procesarlas y filtrarlas (eliminan- do las que incumplían determinados criterios), de elegir aleatoriamente las enviadas en las prime- ras fechas del año y de limpiarlas de datos personales y anonimizarlas, Carmen obtuvo un corpus de 400 quejas (200 en alemán y 200 en español), procedentes de ambos países, para analizar la ar- gumentación, la cortesía y el formato del género queja. Forman parte del anexo de su tesis (Pastor Villalba, 2011) y fueron calificadas por el presidente de la comisión evaluadora como una “joya”. Algo que no siempre se tiene en cuenta al elaborar una tesis es que re- coger y construir un corpus de estudio es por sí solo un aporte relevante al avance de una disciplina. En el futuro, otras investigadoras pueden reutilizar dicho corpus para nuevos análisis. Por ejemplo, se podría comparar el corpus de Carmen con otro actual de otros países, lenguas y culturas. En resumen, obtener “buenos datos” requiere esfuerzo, pero constituye un primer logro. Otro caso corriente es el 6, con cambio de herramientas y enfoque, después de un primer fracaso: C aso 6. B oris : diseñar una segunda estrategia Boris analizaba el aprovechamiento de los recursos lingüísticos digitales (diccionarios, traductores, conjugadores, etc.) que hacen las jóvenes para resolver tareas de clase o necesidades lingüísticas personales. Siguió durante tres meses a 6 alumnas de secundaria de un centro, con breves entre- vistas periódicas, cada 15 días. Preguntaba si habían usado algún recurso lingüístico, para resolver qué necesidad, en qué clase o situación personal, etc. Las respuestas aportaron algunos datos pero no cumplían las previsiones de la tesis. Por ello, Boris diseñó otro instrumento: ideó una tarea de redacción-traducción entre inglés-español- catalán, planteada en clase que también se podía resolver en casa. Las voluntarias instalaban en su portátil un programa gratuito de grabación de la actividad de pantalla (Camtasia) y tenían que acti- varlo durante la realización de la tarea. El vídeo generado se subía a la nube para compartirlo con el investigador. Este procedimiento permitió obtener datos frescos y directos: qué recursos elegían las jóvenes, cómo navegaban por la red, cuándo los usaban y de qué manera. Eran datos mucho más ro- bustos y completos, al mostrar la conducta real, a diferencia de las entrevistas, que indicaban solo lo que recordaban o lo que querían explicar (Vázquez-Calvo, 2016; Vázquez-Calvo et al., 2018).
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