Escritura e inclusión en la universidad: herramientas para docentes
227 C apítulo 4: ¿C ómo acompañar la escritura de tesis y memorias de ... L ectura : L a experiencia de escribir una tesis : contextos que la vuelven más difícil Quienes carecen de práctica investigativa desconocen la naturaleza incierta de la labor científica y la necesidad de esperar que los esfuerzos invertidos tomen suficiente for- ma como para considerarse un producto aceptable. Por añadidura, si hacen sus tesis fuera de un equipo, nadie les anticipa estas circunstancias ni sus propios sentimientos de desaliento. También, la falta de modelos del quehacer investigativo proviene de otro hecho. La investigación científica se publica terminada y oculta su gestación, sus eta- pas sinuosas, inacabadas y fallidas. Al publicar, los científicos ponen en primer plano, en una trama expositivo-argumentativa, los hechos devenidos (es decir, considerados, construidos, configurados, moldeados como) conocimiento científico (Bazerman, 1988) pero omiten la narrativa de su construcción. Solo se muestra el producto y un método idealizado que permite entenderlo; poco importa en las publicaciones el proceso real, no estilizado sino tortuoso e incierto. Y es lógico que en los textos escritos no aparezcan rastros de los caminos personales de elaboración, ya que el fin del trabajo publicado es justificar frente a la comunidad disciplinar la tesis a la que se ha llegado. Es el contexto de justificación y no el de descubrimiento, en términos de Popper, el que se debate en la comunidad científica. Lo que se pone a prueba, a través de su publicación, es el conoci- miento logrado y no la fortaleza de los actores para perseverar hasta dar con él. Enton- ces, aunque los tesistas hayan leído un cúmulo de artículos e informes de investigación, no logran hacerse una idea del contexto de producción. Necesitan informantes de los que suelen carecer. Otras dos percepciones que se contraponen en los datos que analicé son la noción de labor desmesurada y la necesidad de lograr un producto asequible. La tarea titánica (“inabarcable, sin fin, agotadora” —doctora, Cs. Soc.—) precisa reducirse, si se quiere llevar a buen término, a través de sucesivos recortes del tema, del problema a estudiar, y de la propia ambición acerca del producto imaginado. Así lo señalan dos tesistas al preguntarles “¿Qué consejo darías a alguien que se inicia para que logre sacar adelante su propia tesis?”: “No pagar más por la cosa de lo que la cosa vale”. (magíster, Cs. Soc., 8). “Recortar. Es uno de los problemas más grandes que vi en mis colegas de maestría y la causa de abandono de muchísimas iniciativas”. (magíster, Cs. Soc., 7). Y así lo expresaba también yo en el Prefacio de mi tesis: “Dar por concluida la tarea, renunciar a lo que mi imaginación supone que podría haber hecho y no hice, es parte de este aprendizaje”. (Carlino, 1996b, p. xi). En este sentido, la idea de hacer una tesis como un “desafío definitivo”, que permitiría al tesista ser coronado Premio Nobel, debe ceder a la noción de que la tesis no solo no será una obra cumbre (como lo último que se pudiera escribir), sino que, por el contra- rio, la tesis es el primer paso para luego seguir investigando lo que uno ha deseado des- de siempre investigar (o lo que se descubra desear). Y cuanto más modesta, abrirá antes las puertas a ese mundo académico en el que se quiere empezar a participar. Es lo que aconseja con claridad una magíster (con doctorado en curso): “Definir bien el tema y tener un proyecto de acción claro y conciso. Nomuy ambicioso, focalizado. [...] Poner unpunto final. Cuando parece que reciéndespués de haber escri- to 150 páginas estás en condiciones de comenzar el tema, no engañarse. Eso significa que terminaste la tesis y ahora podrías hacer otra tesis diferente. Entonces, a entregarla.
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