Escritura e inclusión en la universidad: herramientas para docentes

221 C apítulo 4: ¿C ómo acompañar la escritura de tesis y memorias de ... decirte. . . . Entonces uno como que de repente sale al mundo exterior y esas cosas, entre que no vende, no podís hacer negocio con eso y cuesta también ponerla en proyecto porque, o sea para fondart , etc., te piden otras cosas. . . . esa es como la falencia que le encuentro a la Universi- dad, como que tiene cosas muy buenas que es esto que lo valoro mucho y otras cosas que también una vez que uno sale al mundo, uno no entra, se queda flotando (Graduada de Artes, 2017). Como puede apreciarse en estos testimonios, los rasgos escritos, las ex- pectativas y la inserción en el contexto disciplinar de la tesis varían enormemente. En el caso de Filosofía, el testimonio identifica contrastes internos a la disciplina que dependen de las expectativas de distintos docentes. En Artes, en cambio, la graduada identifica aspectos comunes en las expectativas de la carrera, pero estas contrastan con las exigencias y oportunidades del campo profesional. En suma, tanto la extensión de las tesis como sus características y ob- jetivos respecto de otros géneros son aspectos a tematizar. Las orientacio- nes del guía deben poder transparentar aquello que se espera de la tesis, cuáles son sus objetivos centrales, cuáles son los aspectos valorados y cuáles son los principales focos sobre los que se debe poner atención. La identificación y lectura de estos aspectos y la forma en la que se articulan, además de la integración y aplicación de los elementos discur- sivos valorados en el área del conocimiento, irán definiendo y ajustando aquello que se entiende como una buena escritura . Por sobre una expre- sión estándar, esto significa que se debe dar cuenta de aquellos supues- tos que están ocultos y que van más allá de los aspectos superficiales del texto, por ejemplo el criterio de pertinencia del nicho de investigación. De la misma manera, los estudiantes deben ser capaces de identificar los criterios ocultos de quienes los evalúan. D isciplina y sistema de actividad La actividad humana no está aislada ni se desarrolla de manera independiente. Por el contrario, está inserta en un sistema de relaciones sociales complejas. Un sistema de ac- tividad es una entidad social que utiliza artefactos culturales como la escritura, para lle- var a cabo propósitos específicos. De acuerdo con Kanes (2002), haciendo referencia a Engeström, “los artefactos culturales que incluyen herramientas e instrumentos (físicos y psicológicos), reglas y protocolos, la comunidad y la división del trabajo asociada a la práctica, multiplican la actividad mediadora. A medida que un sistema de actividad pro- gresa, los sujetos humanos emprenden operaciones y acciones dirigidas por objetivos, y se generan resultados” (p. 7). Así, López-Bonilla (2013) señala que una disciplina acadé- mica, entendida como un sistema de actividad, se articula a partir de un objeto común de estudio y una serie de conocimientos que se organizan conceptual y discursivamente, así

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