Escritura e inclusión en la universidad: herramientas para docentes

152 E scritura e inclusión en la universidad . H erramientas para docentes P reguntas para reflexionar a. ¿Cómo podría haber transparentado Patricia las expectativas de escritura que tenía de las entregas solicitadas? b. ¿Cómo pueden las y los docentes ayudar a los estudiantes a encontrar un equilibrio entre su opinión y el diálogo con otras fuentes cuando escriben académicamente? c. ¿Cuál es la importancia de conocer las creencias y prácticas que traen los estudiantes sobre la escritura e incorporación de otras voces? La historia de Patricia y Juan da cuenta del desafío al que se enfrentan muchas y muchos estudiantes cuando deben escribir en la universidad integrando fuentes que provienen de la literatura previa. En el relato, Juan utiliza algunas herramientas que le han funcionado en otros con- textos y busca demostrar una experticia previa de la que se enorgullece. Por eso, cuando recibe una baja calificación su frustración es enorme, como les ocurre a tantos estudiantes que tienen que negociar la manera en que antes participaban, opinaban y escribían con las nuevas con- venciones de la academia. ¿Cómo estimular a otras y otros estudiantes como Juan para que dialoguen con voces de diferentes autores sin que sientan que no hay espacio para su propia voz? ¿Cómo valorar las prác- ticas de escritura de las que han participado en otros contextos? ¿Cómo explicitar a los estudiantes los mecanismos a través de los cuales es posible dialogar con el conocimiento previo a la vez que se realiza una contribución propia? ¿Cómo enseñar la importancia del uso crítico y pertinente de fuentes autorizadas en todas las disciplinas, incluso en las que algunos suponen –equivocadamente– que se escribe poco o nada? Escribir en la universidad es, aunque no resulte siempre evidente, un trabajo colaborativo y dialógico. Así, en ensayos, informes o reseñas frecuentemente se integran las voces de otras autoras y autores, que han hablado antes y con los que se discute o se establecen acuerdos. Por un lado, para muchos citar estas voces en sus escritos sin perder el sello per- sonal y sin caer en el collage de citas resulta en extremo desafiante. Por otro lado, muchos estudiantes consideran que aquellas voces autoriza- das son ajenas a sus propios estilos o quisieran aprovechar como fuentes los saberes del barrio, los blogs o los cómics que no siempre son valo- rados en la academia. También es frecuente la natural resistencia de al- gunos estudiantes a que el foco del aprendizaje se coloque en autores y tradiciones teóricas y epistemológicas, y no tanto en los conceptos, en- tendidos muchas veces como universales, como es frecuente en las eta- pas educativas previas. Debido a esta dificultad, es común escuchar la crítica de que las y los estudiantes son incapaces de utilizar las normas de citación. Sin embar- go, el problema es bastante más complejo e interesante que solo seguir Continuación…

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