Repensar la investigación literaria en tiempos de crisis

22 en lugar de seguir los parámetros que fijó –en su momento– la crítica literaria elaborada por varones para establecer diferencias, periodos y estéticas, la crítica literaria feminista apueste por cuestionar dichos parámetros, sobre todo porque han sido mediante aquellas lecturas que se ha marginado a las mujeres o se las ha leído desde ciertas etiquetas reduccionistas que no se ajustan a las obras de las escritoras. Para ello, usualmente apostó por el uso de una metodología de corte genealógico que le permitiera conformar una historia signada en la visibilización de las escritoras y la difusión de sus obras. Se trata, como menciona Raquel Olea, de una serie de monografías dedicadas al estudio de “las condiciones de presencia/ausencia de las mujeres de los espacios de poder” (31). Una generacion bajo tachadura Desde esta perspectiva, surge la pregunta: ¿por qué estudiar a las escritoras usando –todavía– el concepto “generación”? Como ocurre con todo concepto, el de generación tiene sus adeptos y detractores, lo cual me parece interesante, pues invita a discutir en torno a un problema que todavía está sin resolver. Bien sabemos que en Chile el concepto generación tuvo un gran recorrido y ha sido estudiado desde varias perspectivas (social, literaria, biológica e historicista). Sin embargo, pareciera que ha sido una de esas perspectivas la que ha predominado en los estudios literarios nacionales: la que propuso Cedomil Goic en 1968 2 . Desde aquellos parámetros se ha leído gran parte de la literatura, a pesar de las críticas que han emergido en torno a su sistematización. Claramente, mi propuesta no es goiceana, pues no sigue sus directrices de orden generacional. Sin embargo, al distanciarse de dichas directrices, debe proponer otras, y al mismo tiempo, indicar las razones de ese distanciamiento. Sería, según me parece, la parte crítica de cualquier ensayo. Entonces, en esta línea, propongo otras lecturas, como las de Mario Ferrero (1982) o Elsa Drucaroff (2011) para 2 Cedomil Goic comprende la conformación de una generación desde la clasificación de las edades y la periodización histórica. Esta clasificación, signada en la búsqueda de una sensibilidad común, se resuelve en rasgos y particularidades que conforman un cierto espíritu vital. De ahí que, para Goic, las generaciones no sean otra cosa que “sistemas” o “estructuras” orgánicamente conformadas cuyo ritmo y sensibilidad permite delimitar los cortes temporales que, en su conjunto, constituyen la progresión de una historia literaria nacional.