La vejez en contexto de transformaciones globales: desafíos éticos transdisciplinarios
que organizan, el proceso de producción y de reproducción, por ejemplo la familia o el sistema de empleos. En un tercer plano, lo que él denomina la aceleración del ritmo de la vida, lo que se tra- duce en un incremento de episodios de acción o de experiencias por unidad de tiempo. El peligro de la aceleración está en que nuestra manera de per- cibir los cambios en la sociedad se nos aparecen como desestruc- turados. Pareciera ser que lo que sucede a nuestro alrededor se encuentra desorganizado, sin objetivo claro, sin horizonte claro. La respuesta ante ello, es paradojalmente sobre programar la vida, pero siempre en una perspectiva de corto plazo. En el fondo, lo que tiende a desaparecer es la idea del futuro en tanto apertura de po- sibilidades, desaparece finalmente nuestra propia relación con el tiempo, en tanto duración, en tanto proceso, en cuanto idea de que los fenómenos se desarrollan paso a paso. El asunto para Hartmut Rosa es mostrar cómo el régimen de aceleración transforma nuestra relación con el mundo social ge- nerando patologías sociales que se traducen en sufrimiento y an- gustia por la falta de tiempo, por la imposibilidad de organizar- lo o por su exceso organizacional, esto da paso a una crítica de las condiciones de la temporalidad en la sociedad tardomoderna, que permite afirmar la idea de la aceleración como una ideología alienante. Las consecuencias de este fenómeno de la aceleración es paradojalmente un fuerte sentimiento de falta de tiempo, el que se vivencia en una pulsión doble entre contracción del tiempo y el imperio de la inmediatez. Queremos vivir el ahora, porque es lo único posible, el ahora se traduce en la necesidad de vivencias instantáneas y fugaces, ya no es posible proyectar, porque lo que ya no hay es tiempo. Esto es lo que podríamos llamar la destempora- lización de la vida, la pérdida de nuestra capacidad de vincularnos a la duración de las cosas, al transcurso del devenir. Lo que otro autor, Frederic Jameson denomina la presentificación del mundo, cuyos efectos, la aceleración y la contracción del tiempo nos hacen vivir buscando continuamente lo inmediato y lo instantáneo. Uno de los rasgos singulares de esta ideología aceleracionista, como la podemos llamar, es el culto a la actividad, lo que se traduce en el hiperactivismo. Nuestra sociedad valora la acción por sobre otras formas de estar en el mundo, asociamos la vida sana, la realización OCTAVA ESCUELA INTERNACIONAL DE VERANO SOBRE ENVEJECIMIENTO
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