80 años de un viaje: Teatro Nacional Chileno 1941-2021
Durante 30 años las distintas administraciones del TNCH, con sus luces y sombras, priorizaron un modelo de gestión que puso en el centro de la actividad institucional un quehacer casi exclusivamente escénico. Amparados bajo la excusa de la estrechez presupuestaria, han postergado —cual más, cual menos— otros aspectos de vital importancia para nuestro ofi - cio, tales como la investigación, la documentación y ordena- miento de los diversos archivos, la recuperación del valioso acervo patrimonial de la Casa Fanor Velasco 22, la vinculación con otros centros de producción teatral a nivel internacional, o bien, el fomento a la creación de nuevas autorías tanto escéni- cas como dramatúrgicas. Es difícil hablar de un hecho reciente. O quizás, injusto. Dada nuestra cercanía temporal carecemos de todas las perspecti- vas. Como sea, intentar describir este periodo, aunque breve- mente, parece necesario. Sobre todo ante la necesidad por pro- mover nuevas investigaciones en torno a periodos, estilos u obras emblemáticas. Y también de las otras. Las obras que no existen, las que no se ven, las que se perdieron, las que quizás nunca vamos a recuperar, y que sería posible incluso imaginar como la contra-cara de una historia hecha de grandes discur- sos vociferados sobre el escenario, pero también de murmu- llos, rumores, omisiones y silencios —a veces casuales, a veces deliberados— pero ante los que, urge hacer justicia. El espíritu inquieto, renovador, de carácter marcadamente pe- dagógico, democrático, descentralizador y por cierto, nacional que guiaba a los fundadores del TEUCH, allá en 1941, obliga a repensar hoy, ochenta años después, el lugar que el Teatro Nacional Chileno debiese ocupar. No solo ante el devenir de nuevas autorías y tendencias escénicas, sino sobre todo, ante las transformaciones de la experiencia social de quienes ha- bitamos este territorio. Experiencia que se narra —así parece decirlo el actual momento constituyente— desde una perspec- tiva cada vez más diversa, popular, laica, feminista, inclusiva y por qué no, pluri-nacional. Este tiempo de numerosos desafíos le exige al TNCH aban- donar ese letargo sobre el que se instaló y trazar esbozos, si quiera tentativos, sobre lo que vendrá. Imaginar un teatro que resguarde, proteja y fomente el estudio de ese pasado que nos constituye; que promueva y ponga en circulación diversas sen- sibilidades e imaginarios de nuestro presente; y que al mismo tiempo permita, incite y proyecte en el futuro, su vinculación con nuevos territorios y comunidades. Ojalá el porvenir esté a la altura de estos 80 años de historia. IMAGINACIÓN 80 AÑOS DE UN VIAJE Teatro Nacional Chileno 1941- 2021 195
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