80 años de un viaje: Teatro Nacional Chileno 1941-2021

172 La impronta refundacional queda plasmada con claridad en el cambio de nombre de la Compañía que pasó de ser la Compañía del DETUCH a ser el Teatro Nacional Chileno. Bajo la idea de “nacional” no cabría entender el sentido territorial que definía a la Universidad hasta ese entonces, con más de 9 sedes en provincia, muy por el contrario, la política que impuso el régimen buscó restarle poder y protagonismo. Este debilitamiento se consolida legalmente el 3 de enero de 1981, por el D.F.L Nº 1. Esta orgánica ordena una profunda reestructuración de la Universidad, mediante la cual pierde todas sus sedes de provincia, y todas sus carreras asociadas a las pedagogías. Tras el epíteto de nacional este proyecto definía la matriz sobre la que debía refundarse el teatro como un espacio de promoción de valores tradicionalistas asociados a una mirada patronal de las clases oligarcas: la idea de un estado nación construido sobe el mito de la homogeneidad racial, la revaloración del orden social instituido y la recuperación de los valores cristiano hispánicos como garantía de unidad y seguridad nacional. Este giro conservador conforme a una mirada moderna veía al teatro como una institución moral cuya función principal era la re-educación de la población, y al Estado como su principal motor. Se trataba de borrar toda huella del proceso revolucionario anterior. Por ello a esta refundación cabría llamarla una reacción contra-reformista. El rol fundamental del Estado en este objetivo explica por qué el TNCH siguió recibiendo financiamiento por vía de la Universidad para mantener un elenco estable. Como se evidencia en el Decreto Universitario 9107 del 24 de agosto de 1976 en el que se aprueba el nuevo reglamento de esta entidad. Sin embargo, esta vertiente “nacionalista” que conformó el gobiernomilitar en sus primeros años comenzaría a desperfilarse rotundamente ante la emergencia del otro grupo ideológico dominante: el de una derecha de corte neoliberal, apoyada fuertemente por el gobierno de los EEUU y que entendía que una refundación implicaba la conversión completa de la idea de Estado a un modelo subsidiario. En 1975 el ministro de Hacienda Jorge Cauas anuncia el famoso Plan de Recuperación Económica que marca el inicio de la hegemonía neoliberal dentro del gobierno militar, lo que se consumará pocos años después con la promulgación de la Constitución del 80. Ya a inicios de esta década nos encontramos de lleno bajo una política económica cuyo eje es el desmantelamiento del Estado y, por ende, de una política educacional y cultural que implicará el paulatino abandono de la Universidad como polo cultural. En 1981 y en virtud del decreto antes mencionado se unifican las Facultades de Ciencias y Artes musicales y de la representación con la Facultad de Bellas Artes dando lugar a un solo organismo, la actual Facultad de Artes con el fin reordenar la planilla presupuestaria. Posteriormente en 1987 bajo el proceso de racionalización del Rector Federici la Facultad de Artes es despojada de sus cuerpos estables como la Orquesta Sinfónica y Ballet Nacional Chileno y logra mantener bajo su tutela el MAC y el TNCH. Los centros extensionales salían así del control académico para transformarse en espacios autónomos en vistas de su autofinanciamiento. A pesar de que el TNCH permanece bajo el alero del DETUCH, el empobrecimiento gradual experimentado durante este período hará imposible la recuperación de la idea original del TNCH como Compañía, la cual terminará por disolverse a inicio de la década de los 90, terminándose así un período de la historia teatral chilena universitaria. A partir de este breve panorama podemos constatar que la etapa que nos ocupa no fue tan homogénea como se pudiera

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