Para que nadie quede atrás [segunda edición ampliada]

Para que nadie quede atrás 157 EXIGENTE, INFLEXIBLE Y SOLIDARIA Por Hilda Pacheco Barrera Carolina Cárdenas Beltrán llegó a estudiar periodismo a la Univer- sidad de Chile de su oriundo Rancagua. De sus padres, profesores normalistas, heredó ese rigor implacable que la caracterizaba y un profundo respeto y admiración por la labor docente y la educa- ción. Al egresar del Liceo de Niñas de la ciudad, su primera opción fue la carrera de Química y Farmacia, también en la Chile; pero, un par de años más tarde, se encontró con la que sería su vocación definitiva: el periodismo. Como estudiante, la recordamos por su autoexigencia y rigor. Tanto, que en más de una ocasión ambas cualidades le valieron ánimos en contra por su negativa a postergar fechas de entrega de trabajos o correr el día de una importante prueba. Sin duda, así como daba el máximo de sí en todo lo que emprendía, era in- flexible a la hora de exigir a los demás dar también el ciento por ciento. Pese a ello, era solidaria y siempre brindaba apoyo acadé- mico al que lo necesitase, compartiendo apuntes y cuadernos o recordándole a algún compañero un poco “relajado” las fechas de exámenes o trabajos. Por su herencia, le gustaba enseñar y en cuanto surgió la oportunidad, se convirtió en ayudante; tarea a la que se dedicó con la entrega con la que abordaba todo aquello que asumía como su responsabilidad. Estando aún en la Escuela, Héctor Velis Meza les propuso a ella y Christian, su pareja y después, marido, unirse al equipo de pro- ducción de un nuevo programa misceláneo en Megavisión, que conducían Cristina Tocco y Juan Carlos Bencini (una dupla que, por cierto, no dio mucho que hablar ni perduró). Para Carola, sin embargo, fue el principio de una relación con la televisión que no había ambicionado (amaba el periodismo escrito), pero que le dio grandes satisfacciones y en la que dejó una huella, por su induda- ble calidad profesional y humana. Ser parte del departamento de prensa de un canal, fue su ambiente natural y lógico. Así lo demostró en los años que integró el equipo de Chilevisión Noticias, cuando lo lideraba Jaime Moreno Laval bajo la administración de los venezolanos. Y, más tarde, aunque solo por un par de años, cuando fue llamada de Televisión Nacio- nal de Chile para ser parte del noticiero. En ambos equipos de trabajo dejó recuerdos que hasta hoy persis- ten en quienes la conocieron. No solo por su rigor profesional, su mente cuestionadora y su sonrisa sincera, sino también por ser una compañera cariñosa y una amiga incondicional. Carolina Cárdenas. Mamá.

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