Pandemia y crisis: desafíos para las Ciencias Sociales

Miedo, ansiedad y psicopatología – 57 tivas, lo que se tradujo en la disminución del contacto con los pacientes y el no presentarse a trabajar (Marjanovic et al., 2007). En medio de la actual pandemia, estudios recientes en relación con las con- secuencias psicológicas relacionadas con el Covid-19, han logrado identificar diversos estresores tales como: duración de la cuarentena, miedo a enfermarse, exposición al virus y a los medios (Garfin et al., 2020), miedo a las vacunas, frus- tración, aburrimiento, y violencia de pareja (Boserup et al., 2020), dificultades económicas (Witteveen & Velthorst, 2020) y falsas noticias, entre otras. En de- finitiva, estos y otros elementos estresores, pueden terminar acrecentando sín- tomas como los mencionados a lo largo de este apartado (Brooks et al., 2020). Características del miedo y la ansiedad ante el Covid-19 El miedo y la ansiedad son emociones pertenecientes al mismo sistema de con- ducta, el sistema de defensa o el sistema de respuesta ante amenazas. A nivel fisio- lógico, cognitivo y conductual las respuestas son similares, pero difieren en su in- tensidad y en que se activan en función de la proximidad del peligro. Para efectos de este capítulo entenderemos la ansiedad como una vaga sensación de presión y angustia duradera que se activa al anticipar amenazas futuras, imprevisibles e in- controlables, mientras que el miedo es un estado de intensa activación fisiológica que se activa ante una amenaza específica. No obstante, el miedo no es solo una respuesta refleja. A través de la evolución, los animales humanos y no humanos han aprendido a anticiparse al peligro, respondiendo con miedo o ansiedad ante los estímulos o contextos que predicen amenazas tangibles, lo que les permite la activación de conductas adaptativas de alerta y protección (Wotjak & Pape, 2013). Desde este modelo de aprendizaje asociativo es posible comprender que, en el contexto de la pandemia, el aumento de personas contagiadas y fallecidas, el cierre de las fronteras, el desabastecimiento, las aglomeraciones o la cercanía a personas que no usan mascarillas, entre otras situaciones, se han convertido en señales de amenaza que generan en las personas expectativas de una alta pro- babilidad de contagio, mayor encierro y/o escasez, lo que como consecuencia provoca miedo y ansiedad (Quezada-Scholz, 2020). Si bien el miedo y la ansiedad son respuestas naturales y adaptativas ante el peligro, pueden convertirse en miedo y ansiedad patológica cuando se presen- tan respuestas desproporcionadas y persistentes ante las amenazas, o cuando se generalizan a situaciones que no representan una amenaza real, llevando inclu- so a evitar una gran cantidad de estímulos y eventos, lo que se constituye en el

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