Pandemia y crisis: desafíos para las Ciencias Sociales

40 – pandemia y crisis desafíos para las ciencias sociales reflexión, clave en los procesos de profesionalización, la consiguiente mutilación de una imprescindible densidad reflexiva, fundamental para la comprensión de los contextos actuales, y a su sustitución por estrategias pedagógicas instrumen- tales tanto en sus procesos como en la evaluación de los resultados. En el marco de una realidad en que se cruzan en diferentes planos, y niveles, elementos sociales, culturales, pedagógicos, es necesario buscar la confluencia de elementos teóricos y metodológicos que permitan dar cuenta de la multiplici- dad y densidad de los fenómenos educativos. En esa línea pensamos importante considerar como un giro relevante, la necesaria consideración del individuo y los procesos de individuación que éste debe enfrentar como pruebas sociales (Mar- tuccelli, 2012); Perspectiva desde la cual la educación remota de emergencia ha significado asumir un nuevo proceso de socialización pedagógica. A lo anterior, sumar otras posturas teóricas que sustenten una comprensión sistémica que permita identificar y conectar elementos que estarían incidiendo en la gestación de las contradicciones observadas. Una posibilidad es indagar en las relaciones entre lo psíquico y lo social, al respecto, pensamos en contribucio- nes claves que se encuentran en el planteamiento De Gaulejac (2012) que, desde la perspectiva de la aprehensión de los fenómenos, de acuerdo a cómo se viven y cómo son representados por los individuos; un enfoque que busca articular las dimensiones sociales y psíquicas, desde la experiencia. Por otra parte, Bajoit (2015) prioriza el rol clave que poseen las mutaciones sociales y culturales al ge- nerar tensiones existenciales, lo que torna más difícil construir una identidad en tiempos de cambios que demandan y exigen que las personas se constituyan como individuos. En consecuencia, pensamos que se torna relevante indagar en la conformación de las subjetividades, en el juego de relaciones múltiples, en las interacciones con otros y consigo mismos, por ejemplo, entre profesores y es- tudiantes, que se producen en los contextos educativos en crisis. Ya que, como actores, partes constitutivas de los espacios institucionalizados, participan en la construcción de vínculos y relaciones en contextos culturales más amplios en permanente transformación (nuevas formas de comunicación a través de redes sociales, consumo cultural, expectativas, demandas de horizontalidad, etc.). Para complementar y resituar lo expuesto, es importante tener en cuenta que los cambios producidos en los procesos de ajuste del modelo se han amparado en modelos de gestión gerenciales, claves en las contradicciones generadas y que han provocado una creciente desprofesionalización de la profesión docente, im- pidiéndoles intervenir pedagógicamente como profesionales activos y autóno- mos (Llaña, 2015). Modelo que dirige, prescribe y controla los procesos peda- gógicos y que se articula en torno a una racionalidad gerencial, controlando el

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