Pandemia y crisis: desafíos para las Ciencias Sociales

24 – pandemia y crisis desafíos para las ciencias sociales en diversos indicadores de calidad de vida y salud mental, ha sido ampliamente documentado a nivel internacional y también en Chile (p. ej., Guzmán & Con- treras, 2012). En este apartado, no obstante, quisiéramos enfocarnos particular- mente en las relaciones de amistad, pues han sido bastante menos consideradas en las ciencias sociales y la literatura sobre apego, pese a que son fundamentales en el desarrollo a lo largo del ciclo vital (De Souza & Cerqueira-Santos, 2012). Asimismo, son parte de la red de apoyo esencial en tiempos de crisis, conside- rando las restricciones para establecer contacto social. Las relaciones de amistad son un fenómeno complejo y multifacético que se caracteriza como una relación íntima bilateral, personal y voluntaria (Bukowski, Newcomb, & Hartup, 1996), que entrega apoyo emocional, compañerismo, satisfacción con la vida y un sen- tido de integración social (Fehr, 1996). Como componente más importante se encuentra la intimidad, la cual es entendida como la sensibilidad a los estados y necesidades del otro, generando apertura a la expresión genuina de los pensa- mientos y sentimientos. Las amistades se encuentran influidas por las formas de apego aprendidas en la infancia y trascienden a la adultez (Fraley & Shaver 2000), no obstante, estas formas puedenmodificarse a través de las interacciones que ocurren dentro de las relaciones significativas (Grabill & Kerns, 2000). Bajo esta lógica, el contar con vínculos de amistad sanos ofrece oportunidades para la construcción de formas más seguras de apego, en donde la reciprocidad de la experiencia íntima amistosa genera una valoración virtuosa en los otros, influyendo positivamente en las re- presentaciones del sí mismo en el apego, como es el ser digno de afecto. De parti- cular interés resulta el que las amistades pueden constituirse en figuras de apego en circunstancias de estrés emocional (Ainsworth, 1989). En el actual escenario de crisis, consideramos relevante visibilizar este rol en la construcción cotidiana del sentido de refugio y seguridad que se ve amenazado por la incertidumbre y la adversidad, lo cual puede ser también una también oportunidad para fortalecer los vínculos y el entramado de apoyo en el marco más amplio de nuestras relacio- nes al interior de las comunidades. Como ya hemos visto, las medidas de salud pública como el distanciamien- to físico y social son un estresor multidimensional; sin embargo, el aprender a sobrellevar estas situaciones junto con otros puede favorecer la expresión y forta- lecimiento de recursos como la resiliencia. En la actualidad, este se considera un concepto clave en el ámbito de la salud mental, dado que resalta las condiciones en las que los seres humanos logran enfrentarse a eventos traumáticos, conser- vando su desarrollo emocional en condiciones óptimas. Bowlby (1982), plantea la posibilidad de una resiliencia natural, ya que podemos reparar nuestra vida

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