Pandemia y crisis: desafíos para las Ciencias Sociales
Situación económico-social de los migrantes latinoamericanos y del Caribe – 243 Conclusiones Los migrantes han vivido precariedades durante los tres últimos años producto de la política migratoria implementada en 2018 y los efectos de la pandemia por Covid-19, lo que pone en tela juicio tanto el reconocimiento que reciben o no de parte de la sociedad chilena como la redistribución socioeconómica en tanto que residentes en Chile. Junto a la ayuda que necesitan para enfrentar mejor la situa- ción en cuanto a vivienda, alimentación, trabajo, trato social y salud, necesitan urgentemente una regularización migratoria. Las consecuencias de la crisis sa- nitaria no han hecho más que evidenciar las desigualdades históricas de nuestro país, muchas veces escondidas por un crecimiento macroeconómico que no se traduce en una efectiva distribución, aumentando las posibilidades de empobre- cimiento para parte importante de la población migrante al quedar desempleada y/o no poder realizar sus labores de sustento habituales. Sin condiciones mínimas para el cuidado, la protección ante el virus y el con- tagio deviene casi imposible especialmente para quienes han quedado sin casa o departamento y trabajan de modo informal. La vida está también en la calle, en el mundo exterior, arriesgándose día a día debido al imperativo de trabajar. En el marco actual de neoliberalismo se tiende a eliminar en Chile el concepto mismo de casa y de resguardo del mundo interior, íntimo, cambiando el concepto de vivienda. Hoy apenas se habitan, más bien se ocupan para dormir, no se puede estar tranquilos en ellas, porque suelen ser pequeñas, inseguras y hacinadas. En estas circunstancias, el confinamiento requerido a la población bajo prerrogati- vas de un “estado de excepción sanitario”, no puede concretarse, perjudicando a parte importante de la población migrante que reside en Chile. Los inmigrantes que no tienen RUN están quedando fuera de todos los be- neficios sociales que ha ofrecido el Gobierno, como bonos o canastas de alimen- tos. Por esto la importancia de facilitar la regularización migratoria, no sólo a quienes tienen visa temporaria (la cual expiró durante la pandemia), sino que a todos quienes la requieran. Ahora es el momento para que las autoridades pien- sen en implementar el «Número de Identificación Provisorio Migrante», un documento que facilitaría empezar con la convalidación de estudios mientras están tramitando su visa, pedir permiso ambulante, pagar las cotizaciones previ- sionales e, incluso, solicitar el registro social de hogares. Se requiere tomar medidas que garanticen derechos de residencia tempora- ria y, si es el caso, definitiva, para que no se generen procesos de vulnerabilidad mayor en quienes no poseen una documentación regular. En este sentido, es va- lorable la medida que tomó el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de
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