Pandemia y crisis: desafíos para las Ciencias Sociales
Tensiones y resistencias de mujeres madres-académicas en pandemia – 179 “demasiado fuerte” en su reunión. Tratamos de arreglarlo para que uno de nosotros le pueda prestar atención, pero inevitablemente se superponen algunas reuniones” (Madre académica, hija de 3 años, Estados Unidos). “Así como hay resistencias, también hay adaptaciones y mecanismos más sutiles como apagar y prender las cámaras, aludir a problemas de conectividad o fallas en los equipos para poder ajustar los tiempos de trabajo remunerado y familiar. Se observa una suerte de resignación a lo instituido, lo que constituye nuevos acomodos y en algún sentido riegos de adaptación a organización del trabajo académico du- rante este periodo de pandemia, que se normaliza y normaliza las desigualdades de trabajo académico, el ejercicio de la maternidad y la vida en pandemia. Aprovecho “la semana” de receso que me da la Universidad, para ponerme al día en mi trabajo académico pendiente, aquel que tiene que ver con las publicaciones, redacción de artículos y documentos” (Madre académica, dos hijos adolescentes, Chile). Cierre conclusivo En este capítulo se ha desarrollado una reflexión crítica de las tensiones y resis- tencias que ha supuesto el teletrabajo y las condiciones de confinamiento para madres-académicas. Sus trayectorias laborales se han visto afectadas e impacta- das por las medidas gubernamentales asumidas en la pandemia, las concepciones en torno a los cuidados y por las exigencias de trabajo académico impuesto por las universidades donde se desempeñan. La triple crisis a la cual alude este texto da cuenta de las tensiones y resignifi- caciones vividas en materia de cuidados de hijos/as y adolescentes, y sus vínculos con el trabajo doméstico y académico, al mismo tiempo que se tensionan los mandatos de género sobre la maternidad en contextos de crisis sociosanitaria, mostrando la importancia de dar otro estatus a los cuidados y romper con los mandatos de sexo-género. Lo anterior aboga por una revisión de los regímenes de cuidados y de una explicitación de los aportes que, en este sentido, desarrollan otros sistemas no sólo familiares en su provisión. Como vimos en esta crisis sanitaria ha quedado en evidencia la relación entre el trabajo remunerado y no remunerado para el sostén económico, y haciendo evidente que el sistema de cuidados no es con- siderado una responsabilidad social, sino solo familiar y en ello, casi exclusiva- mente femenina. La crisis social producto de Covid-19 nos llama a redistribuir los cuidados de manera imperiosa para dejar de situarlos sólo en la esfera privada y convertirlos en una problemática pública y de responsabilidad colectiva. En
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