Pandemia y crisis: desafíos para las Ciencias Sociales
178 – pandemia y crisis desafíos para las ciencias sociales De esta manera, a través de estas prácticas, las madres-académicas se re- apropiaron del espacio instituido, pudiendo romper el llamado a la reclusión familiar, para generar contextos colectivos de apoyo. En el siguiente extracto, se relata cómo, aprovechando las nuevas tecnologías, han podido junto a otras madres académicas articularse y sortear ciertas limitaciones de este periodo. No sólo para contenerse ante la triple jornada que deben cruzar, sino también para levantar una crítica a estas prácticas gubernamentales (Foucault, 2008 [1975]) y generalizadas en pandemia, además de poder enfrentar colaborativamente las demandas de la academia, sin rezagarse en sus respectivas carreras profesiona- les. “Hemos creado cierta agencia entre varias personas que somos conscientes de esta invisibilización intencionada de la triple jornada que hace el gobierno. Aprove- chando la tecnología, abrimos espacios de desahogo ante las dificultades de esta pan- demia, pero también para compartir formas en que podemos burlar estas presiones y hacer nuevos vínculos académicos que nos permitiera a la vez, no quedarnos atrás en nuestras respectivas carreras dentro de las universidades. Es un ejemplo pequeño para no asumir esta invisibilización como algo dado, pero que nos permite dar un giro y posibilitar alianzas entre algunas mujeres académicas que tenemos escaso tiempo para congeniar nuestras vidas profesionales y personales”. (Madre académi- ca, hijo de 7 años, Chile). Asimismo, estas resistencias son expresadas en el ámbito privado. En este periodo, ha sido importante, para algunas que lo disponen, las negociaciones cotidianas con quienes comparten labores de cuidado para ir poniendo límites y posibilitar la corresponsabilidad al interior de sus hogares. En las siguientes citas, las académicas enfatizan las estrategias que va usando para mover el cerco performativo de esos mandatos sexo-generizados respecto del cuidado de niños/ as en pandemia y sus compromisos laborales: “Con mi marido, empezamos las negociaciones. Abrimos las agendas para compa- rar los horarios de nuestras reuniones. Decidimos cuáles podemos postergar o saltar, y cuales podríamos realizar mientras cuidamos a nuestra hija de tres años. Dada las regulaciones de confidencialidad en recintos educacionales en los Estados Uni- dos (FERPA) y otros acuerdos de confidencialidad de los/as alumnos/as, trato de evitar tomar mi turno de cuidado mientras doy clases o asistir al comité que revisa la conducta estudiantil. Por su lado, mi pareja evita asistir a las reuniones más cortas cuando está con M, ya que la última vez ella seguía acusándolo de hablar
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