Pandemia y crisis: desafíos para las Ciencias Sociales

Tensiones y resistencias de mujeres madres-académicas en pandemia – 177 pondré al día con las propuestas, los artículos, y la preparación para el semestre que viene. Y allí, podremos volver a nuestros horarios normales” (Madre académica, una hija 3 años, EEUU). Las estrategias de reorganización de la vida cotidiana y los cuidados descritas en las narrativas anteriores adquiere una nueva significación cuando se agregan al conjunto de estrategias seguidas por madres-académicas para mantenerse en la carrera laboral, lo que implica performar todo a la vez: “Hacer de mi hogar un espacio de trabajo de doble faz ha sido, sin lugar a dudas, un desafío y para ello he aprendido, a apagar el micrófono y la cámara para responder en paralelo a escenarios donde lo público y lo privado se han borrado. Tras meses de pandemia, puedo decir que he gestado una nueva forma de organizar mi trabajo, con tiempos de pausa para obligarme a preparar alimentos, comer, hablar/visitar a los hijos/as hacer algo de aseo y tratar de desconectarme luego de horas de reuniones y docencia online ” (Madre académica, dos hijos adolescentes, Chile). Así, estas madres-académicas en base a ensayo-error, desarrollaron con el tiempo, estrategias de acomodación para conciliar los tres mandatos generizados en un contexto de crisis. Tácticas agenciadoras y resistentes Pese a todas esas sujeciones que el sistema social impuso de forma sexo-generi- zada en las madres-académicas, visualizamos agencias y resistencias individuales y colectivas. Ante la difusión de exhortos públicos para realizar un tratamiento individual y familiar de la pandemia, con llamados constante al autocuidado, la autorresponsabilidad y el cuidado de los núcleos familiares intramuros de los hogares, las académicas llevaron a cabo estrategias y tácticas que rompieron la lógica individualista a la que eran interpeladas. Una táctica fue hacer público el malestar y manifestar las inquietudes, nece- sidades y problemáticas cruzadas en pandemia. La idea de poner en la palestra pública a la “triple jornada” les ayudó a visibilizar los impactos negativos en sus carreras, tejiendo, a la misma vez, coaliciones y alianzas entre pares. Por otro lado, también podríamos considerar manifestaciones que no son resistencias di- rectas, pero pueden entenderse como gestos minúsculos, cotidianos, “tácticos” (De Certeau, 1996) que se enfrentan al disciplinamiento y ordenamiento que se pretendió a través de las medidas SARS-CoV-2y las invisibilidades de sus expe- riencias de vida.

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