Pandemia y crisis: desafíos para las Ciencias Sociales

136 – pandemia y crisis desafíos para las ciencias sociales fracción con otros integrantes que se encuentran confinados o porque aquellas mujeres que trabajan presencialmente en cada servicio mantienen sus arreglos tradicionales en la distribución de tareas del hogar (Orellana, Habibe & Figue- roa, 2012). Si bien nuestros datos no permiten medir exactamente el efecto del teletrabajo sobre la distribución de carga entre el trabajo remunerado y el no remunerado, las estadísticas oficiales muestran que contrario a la tendencia na- cional donde las mujeres disminuyeron su participación, en la administración pública —un sector de amplia difusión del teletrabajo — las mujeres no reduje- ron su participación laboral (INE, 2021c). Ahora bien, el costo de mantener el trabajo remunerado, el trabajo domés- tico y de cuidados ha recaído en mayores cargas, interrupciones y riesgos de en- fermarse. Efectivamente, mantener los límites materiales y psicológicos entre lo que ocurre en el hogar y el teletrabajo es un gran desafío al que se ven enfrentada la fuerza laboral. Como muestra la Tabla N 5, un 62,5% vieron interrumpido el teletrabajo producto de tareas como cocinar, hacer aseo u otra tarea doméstica. Un 69,2%, tuvo interferencias en el trabajo remunerado por tener personas a su cuidado, algo esperable cuando gran parte de los establecimientos educacionales y servicios sociales de cuidado fueron cerrados. En tanto, un 88,1% indicó estar pensando en las tareas domésticas mientras se trabaja. Tabla N 5. Interferencia en el trabajo remunerado, por motivo y género (en porcentaje). Por trabajo doméstico Por trabajo de cuidados Por doble presencia Femenino 72,5% 69,8% 91,4% Masculino 63,8% 50,1% 82,4% Total 69,2% 62,5% 88,1% Fuente: Elaboración propia en base a ETPSP (2020). A pesar de que estas tendencias sean generalizadas, las diferencias por género nuevamente son relevantes (Tabla N 5). Las mujeres vieron más interrumpidas sus jornadas laborales por tareas domésticas y de cuidados, toda vez son ellas las que principalmente se responsabilizan de estas actividades. Ahora bien, destaca la elevada frecuencia con que hombres perciben la doble presencia, lo que podría deberse a una “toma de conciencia” de estos sobre las dinámicas en sus hogares ahora que se encuentran bajo confinamiento o simplemente un reporte influen- ciado por la deseabilidad social.

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