Pandemia y crisis: desafíos para las Ciencias Sociales
130 – pandemia y crisis desafíos para las ciencias sociales El INE estimó que un 35,5% de la fuerza laboral en la administración pública se encontraba teletrabajando en mayo de 2020, cifra similar a la que reportó la ETPSP en dicho periodo. Según esta última, un 36,4% del personal de servicios públicos se encontraba teletrabajando 5 . Ahora bien, la ETPSP permite advertir rasgos del teletrabajo que los registros del INE no se proponen observar. Efec- tivamente, el teletrabajo registró una mayor proporción en mujeres que hom- bres (37,8% versus 33,9%); y a nivel de ocupaciones fueron los administrativos (46,9%), profesionales (45,6%) y técnicos (35,0%) quienes alcanzaron un mayor peso de esta modalidad laboral. En cambio, ocupaciones directivas (23,5%) y au- xiliares (23,3%) registraron frecuencias relativas más bajas. En ambos casos, la especificidad de la función y la responsabilidad del cargo determinaron dónde era posible desempeñar el trabajo, en tanto solo algunas labores y habilidades pueden efectivamente teletrabajarse desde casa (Dingel & Neiman, 2020). En ese sentido, el teletrabajo afectó en forma desigual a géneros y ocupaciones, lo que deja abierta la interrogante sobre las características específicas de estas labo- res y su asociación a un determinado género u ocupación. Teletrabajando desde casa: desigualdades espaciales y en herramientas de trabajo Teletrabajar no es simplemente cambiar el espacio laboral desde la oficina al hogar. Se trata de la posibilidad efectiva de organizar un puesto de trabajo con condiciones ergonómicas y ambientales adecuadas (EU-OSHA, 2020), acceso a conectividad y tecnologías, contar con los apoyos organizacionales de la empresa y de una transformación de las relaciones laborales sobre la base de una mayor autonomía y flexibilidad laboral. La calidad del puesto y las herramientas de trabajo son relevantes para el servi- cio prestado e inciden directamente en la salud laboral de las personas. Durante la pandemia, un 70,6% de las personas que participaron en la ETPSP trabajó en un espacio compartido y solo un 29,4% lo hizo en un puesto individual (Tabla N 1). 5 Existen diferencias metodológicas importantes para tener en cuenta al hacer esta comparación. La unidad de observación del INE son empresas, mientras que en la ETPSP son personas. La actividad Administración Pública (O) utilizada por el INE excluye a los servicios públicos de educación y salud, mientras que la ETPSP si los considera. INE no distingue si la modalidad de teletrabajo es mixta o total, no considera a los trabajadores a honorarios y pregunta por el teletrabajo en conjunto a las categorías de trabajo remoto y trabajo a distancia. En contraste, la ETPSP distinguió si la modalidad de teletrabajo es mixta o completa, considera -aunque sin representación como grupo específico- al personal a honorarios y se limita a preguntar por la modalidad de teletrabajo, evitando hacer mención a trabajo a distancia o remoto.
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