Pandemia y crisis: desafíos para las Ciencias Sociales

86 – pandemia y crisis desafíos para las ciencias sociales Encontramos una diferencia generacional, según la cual a menor edad, más personas están desanimadas/muy desanimadas, y unas pocas animadas/muy ani- madas (44%/20%, en 18-29 años) y, a medida que avanza la edad, esta propor- ción tiende a invertirse (24%/36% en quienes tienen 60 o más años). Asociada a las edades, encontramos una diferencia de género. En todas las generaciones los hombres están más animados que ellas, incluso en la generación más joven, aunque en mucho menos medida, siendo la que más ha padecido ma- lestar. En la generación mayor, se invierten enteramente la situación, pues es más radical la distancia en los estados de ánimo de los hombres y mujeres. Gráfico N14. Estado de ánimo, según género y rangos de edad (2552) (%) En los grupos de más bajos ingresos las personas estánmas desanimadas/muy desanimadas y menos animadas/muy animadas. Las mujeres difieren más entre sí: en los extremos, 44%/19% en el primer cuartil es la proporción entre las que están desanimadas/muy desanimadas y animadas/muy animadas, y 29%/33%, en el cuarto. Los hombres difieren menos entre sí: en los extremos, 30%/32% en el primer cuartil es la proporción entre los que están desanimados/muy desanima- dos y animados/muy animados, y 24%/40%, en el cuarto. Claramente, el grupo de los hombres mayores del cuarto cuartil -en que se cruzan géneros, edades y niveles socioeconómicos-, se encuentran significativamente de mejor ánimo que todos los demás grupos. Para aproximarnos al efecto potencial de la crisis era necesario una referencia que contemplara el pasado, y lo hicimos preguntando sobre la continuidad o variación en su bienestar psicológico en dos direcciones inversas: igual, mejor o peor.

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