Innovar y transformar desde las disciplinas: experiencias claves en la educación superior en América Latina y el Caribe 2021-2022

2 1 Introducción La realidad global y nacional se caracteriza por un alto grado de dinamismo, cambio, incertidumbre, dificultad, inseguridad e inestabilidad y se generan situaciones comple- jas en la actual sociedad costarricense y latinoamericana. Actualmente, podemos dar evidencias de como las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y la pan- demia han transformado la vida de la mayoría de las personas, con impacto directo en el ámbito socioeconómico, de salud, laboral, ambiental, cultural y también universita- rio. De esta forma, se diseña una sociedad con personas conectadas y otras desconec- tadas, un mundo en red, un planeta digital, que se distingue por el uso de grandes can- tidades de datos y de información; pero, cargado de vulnerabilidad y desigualdad, que demanda nuevas competencias sociales, cognitivas y actitudinales en el estudiantado. En esa línea de pensamiento, Kiwan (2020) , en un vídeo elaborado por la UNESCO, afirma que la pandemia de la COVID - 19, ha mostrado de manera tangible que vivimos de forma inadecuada, que hemos deteriorado los ecosistemas, ampliamos el consu- mismo, hemos ignorado las instrucciones básicas sobre la calidad de vida, la calidad educativa, la calidad de la nutrición, la gestión del riesgo y presentamos deficiencia de la gobernanza internacional y nacional. Producto de la situación mundial mencionada en el párrafo anterior, el escenario universitario público en Costa Rica está lleno de incertidumbre por la negociación anual del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), amenazas a la autonomía uni- versitaria como derecho constitucional y la libertad de cátedra, como resultado de los intereses políticos y económicos de los grupos de poder del país. En relación con lo anterior , el Octavo Estado de la Educación (2021) afirma “que el sist ema educativo costarricense atraviesa una grave crisis debido al golpe combinado de los rezagos his- tóricos y los efectos económicos y sociales generados por la pandemia” (p. 29) . Por las razones expuestas, la persona docente tiene una función esencial en la for- mación de los profesionales y ciudadanos costarricenses. Es necesario contar con un marco epistémico común que permita reconocer los problemas complejos educativos y sociales expuestos, desde la realidad del aprendiente, donde se profundice en los el e- mentos primordiales, se reflexioné dialógicamente desde lo objetivo y subjetivo, con ética y transparencia para formar una persona costarricense y planetaria consciente de su entorno y que contribuya al bien común. Por lo tanto, el papel del profesorado r e- quiere transformarse porque no se puede restringir solo a ejecutar procesos de ense- ñanza de transmisión de información. En ese sentido, para ser académico universitario no es suficiente dominar epistemológicamente una ciencia o disciplina, implica tener l a capacidad de organizar y mediar el aprendizaje, colaborar con el estudiantado en un ambiente educativo virtual con sentido pedagógico, donde convergen los saberes con- ceptuales, procedimentales y actitudinales, que se caracterice por acciones cognitivas, afectivas, comunicativas, axiológicas e interactivas que estimule el uso de herramientas tecnológicas. En esa misma línea de ideas, en los entornos educativos virtuales la persona docente no debería limitar el aprendizaje de los sujetos que aprenden; por el contrario, es im- portante que sea capaz de ayudarlos a aprender, a pensar, a sentir, a crear, crecer y vivir, a desarrollarse como persona responsable, democrático, inclusivo, sensible y que 774

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=