Innovar y transformar desde las disciplinas: experiencias claves en la educación superior en América Latina y el Caribe 2021-2022
2 La estructura se refiere a la caracterización de la tarea, esto es, que la actividad o pro- ducción que deben hacer los estudiantes en un equipo de trabajo genere interdependen- cia entre sus miembros, de manera que ninguno pueda por sí solo resolver el trabajo, y que este tenga un nivel de incertidumbre suficiente como para que encontrar una solu- ción sea lo suficientemente creativa y necesite de la contribución de otros para gene- rarla. Los procesos se refieren a la madurez del equipo como grupo, lo que se ve in- fluenciado por las percepciones de sus miembros hacia este formato de trabajo colabo- rativo, y se demuestra en la “mutual trust among members, openness to share ideas, or equality in the exercise of influence among members” (Navarro et al, 2017, pp. 1027- 1028). Por último, la efectividad se refiere a la capacidad para el logro de los objetivos planteados, la satisfacción con las necesidades de sus miembros y la sostenibilidad en el tiempo (Navarro et al., 2017, p. 1028), durante el ciclo de vida del proyecto, que en la educación universitaria se asocia a un semestre o un cuatrimestre. Sobre la base de los componentes del modelo descrito, parece relevante revisar los resultados de revisión de literatura e investigación aplicada sobre el diseño del trabajo en equipo en cuanto al currículo y la enseñanza, los métodos para su conformación, los procesos y los factores que inciden con mayor significancia en su éxito. 2.1 Diseño del currículo y la planificación de la enseñanza Entre los aspectos referidos por la literatura al diseño del currículo en los equipos de trabajo, se ubica no solamente la atención a las características del tipo de proyectos, que provoquen necesariamente la interdependencia y la secuencialidad entre tareas y subtareas que dinamicen la articulación de los esfuerzos de sus integrantes, sino tam- bién la incertidumbre necesaria para generar sinergias; los trabajos en equipo deben ser realizables pero retadores, sin respuestas únicas. Navarro et al., en su publicación de 2011, ofrecen un conjunto de recomendaciones para intervenir positivamente en que el diseño cumpla con la interdependencia e incertidumbre en las tareas, a saber: Diseñar tareas cuyos objetivos a alcanzar requieran de un trabajo altamente coordi- nado. Asignar subtareas diferentes a los miembros aprovechando sus competencias distintas. Dotar de autonomía al equipo en su toma de decisiones sobre cómo afrontar la tarea. Diseñar tareas variadas, que requieran la puesta en juego de múltiples com- petencias. Diseñar tareas nuevas a las que el grupo apenas se haya enfrentado antes. Diseñar objetivos con ciertas dosis de paradoja entre sí. Diseñar tareas en las que no estén totalmente fijados 1) los objetivos a conseguir, 2) las formas de conseguirlo, o 3) ambas cosas (por ejemplo, mediante la dirección por valores). (Navarro et al., 2011, p. 26) Fathi et al. (2019, p. 13), en sus hallazgos señalan que una clave principal para la efectividad de los equipos es el entrenamiento docente en el diseño de las actividades que conduzcan al desarrollo de habilidades para el trabajo en equipo, habida cuenta que los profesores universitarios son expertos en su campo disciplinar y no en el diseño instruccional. Este hallazgo de investigación es fácilmente extrapolable a las necesarias competencias didácticas para la planificación de esas actividades que deberán desarro- llar los estudiantes en su proceso de trabajo como equipo. La investigación desarrollada 73
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