Innovar y transformar desde las disciplinas: experiencias claves en la educación superior en América Latina y el Caribe 2021-2022

3 diversidad, equidad con igualdad e inclusión para todos los estudiantes y actores del sistema. Asimismo, el diseño curricular para el desarrollo de capacidades y competencias presenta un tercer desafío. Enfrentarlo permitirá enlazar de manera coherente y consistente el currículo y el perfil de egreso como criterios fundamentales del aseguramiento de la calidad (CINDA, 2010). Por último, la calidad de los programas y su mayor acceso de la sociedad a la educación superior nos desafía tener un sistema de créditos académicos transferibles que beneficie la articulación y convalidación de los distintos centros y programas para garantizar un desarrollo armónico, confiable, transparentes y de calidad de los proyectos académicos en el mundo. Se espera que las universidades gestionen pedagógicamente un modelo educativo centrado en el aprendizaje de los estudiantes. Aquello no solo significa proponer un diseño curricular de los programas que otorguen título y grado académico, sino que también gestionar desde el propio proceso de enseñanza y aprendizaje del pregrado y postgrado. En este sentido, otro de los desafíos, sumados a los señalados, es que las instituciones de educación superior cuenten con un perfil de ingreso de los estudiantes, mecanismos de egreso, titulación y graduación y planes de estudio, estos estos factores en post de una cultura de la autoevaluación para la mejora continua. En importante, además, involucrar en este proceso a empleadores y titulados para brindar un proceso de aprendizaje para el campo ocupacional y la vida profesional. Hoy las universidades deben contar con las condiciones necesarias para el logro de los perfiles de egreso, generando procesos de gestión para coordinar a las unidades para que apliquen sistemáticamente apoyos para la progresión estudiantil y que sean coherentes con el perfil de ingreso. Su propósito es el incremento en los indicadores de progresión y compromiso estudiantil producto de acciones desarrolladas. Para asegurar la calidad de los aprendizajes en la educación superior es necesario contar con un personal académico y docente adecuados para poder establecer una política de Desarrollo Profesional Docente, lo que lleva a un desarrollo continuo y permanente para la obtención de un capital humano de avanzada que cuente con las habilidades, conocimientos y actitudes para alcanzar un modelo formativo institucio nal y que desarrolle una educación integral de la educación terciaria Con el objetivo de potenciar el desarrollo de una gestión para el aprendizaje, se espera que las instituciones de educación superior den prioridad a la investigación y la innovación educativa sobre su propia experiencia docente, con el propósito de mejorar los procesos formativos conforme a sus resultados y en coherencia con el propio proyecto. Sin lugar a duda, la gestión universitaria ha contribuido al desarrollo profesional de los docentes a través de la investigación, extensión, conducción institucional, articulación social y planificación financiera entre otros (Nogueira & Góngora, 2000). Sin embargo, ante el nuevo escenario de pandemia COVID - 19, las universidades han debido plantearse nuevos retos que garanticen la calidad de la educación y, además, deben conseguir recursos financieros que contribuyan a la adquisición de equipamiento tecnológico para la concreción de proyectos para el desarrollo profesional de los docentes y estudiantes (Kochen, 2020; Segredo, 2011). 675

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